lunes, 1 de octubre de 2007

Moraleja Farandulera

Curioso es oír que nadie lee revistas o ve programas de televisión sobre la “farándula”. Esto, porque los medios de comunicación saben que mientras más espacio dedican a este tema, mayor será la audiencia o la lectura de ellos. Personalmente, tengo poco tiempo como para consumir este tipo de “noticias”. Sin embargo, hace unos días tomé una revista sobre “farándula” a fin de hacer tiempo en la consulta de un médico, como buen “paciente” que uno debe ser.

Leí una entrevista que le realizaron a la cantante Ana Gabriel. Muchas respuestas obvias, muchas frases sin valor agregado. Hasta que el periodista le pregunta: “¿Por qué te gusta cantar?”. Ana Gabriel respondió: “Porque me gusta sentir que me hacen cariño”. Creo que es una de las respuestas más interesantes que he leído en entrevistas a cantantes, actores, modelos, futbolistas, animadores, etc.

Efectivamente todos trabajamos por algo. Esperamos algo a cambio. En muchas ocasiones, esperamos una retribución económica a nuestra labor. Pero muchas veces, esa retribución no alcanza a cubrir nuestro esfuerzo y compromiso por lo que uno hace. Ahí es donde radica la validez de la respuesta de Ana Gabriel: muchas veces lo que un trabajador espera, es que su superior le diga que lo está haciendo bien, y que siga así, que lo felicite, que le señale que su desempeño es importante para el funcionamiento de la empresa y para el logro de los objetivos del negocio. Sentir que “nos hacen cariño”, es sentir que uno es valioso, que aporta, y desde luego que incentiva. Muchos empleadores no saben cómo motivar a sus trabajadores, desconocen cómo mejorar un adverso clima organizacional, y la respuesta es sencilla: demostrar aprecio a aquéllos que se dan por completo para que el objetivo en común se logre. El dinero motiva y no lo pongo en duda, pero el compromiso y la lealtad honesta se logran con cariño. Demostrar buen afecto, es el principio de un efectivo liderazgo.