jueves, 19 de mayo de 2011

Oportunidad Gastronómica

Desde hace un par de décadas, la gastronomía en nuestro país se ha potenciado enormemente. Si bien, las cocinas de naciones como Perú, Francia y China, entre otras destacan a nivel mundial, la nuestra ha mejorado notoriamente, y de eso todos hemos sido sibaritas testigos. Sin embargo, este avance se debe al progreso de la oferta incluso más que al desarrollo de la demanda, ya que aunque “el paladar chileno” se ha sofisticado, debido al desarrollo económico de las familias (gasto en insumos, restaurantes, viajes, canales de televisión especializados, etc.), no es tan exigente como lo permitiría el actual desarrollo de la gastronomía en los centros formadores de los futuros chefs.

Pues bien, es justamente en ese desarrollo de la gastronomía nacional que se hace necesario encuentros mundiales en nuestro país, que no sólo permitan consolidar tal progreso sino además empezar a posicionar a Chile en el área de la gastronomía, y a nuestra región, como una zona donde su cocina debiese ser parte de su ventaja competitiva por diferenciación, ya que la gastronomía agrega valor al turismo.
Esto lo afirmo, pues al analizar el posicionamiento que buscan algunas de las comunas que conforman nuestra conurbación denominada Gran Valparaíso (detallo: Valparaíso como puerto y capital del patrimonio y la cultura; Viña del Mar, como ciudad turística por excelencia; y Concón, capital gastronómica de Chile), nuestra región debería potenciar su gastronomía en relación al turismo de intereses especiales, como el patrimonial, utilizando ingredientes frutos de nuestro mar y de nuestro campo, como por ejemplo nuestras paltas. Por lo que a las ya mencionadas comunas, se agregan otras del interior, productoras de insumos, así como Casablanca con sus ya reconocidos vinos.

Es en ese contexto, que el encuentro mundial de gastronomía “Gourmonde Viña del Mar 2011” (www.gourmondechile.com ) se enmarca, no sólo como una actividad que realiza Santo Tomás como parte de la Asociación de Restauradores Gastronómicos de las Américas (AREGALA) y que reunirá a 30 prestigiosos chefs de 15 países de Europa y América, sino también como una actividad que busca desarrollar la gastronomía como expresión artística de nuestra tierra, y que concuerda con el Plan de Desarrollo Regional, pues potencia lineamientos que han sido definido como estratégicos y pertinentes por diferentes autoridades y organismos regionales.

Muestras culinarias, conferencias, concursos gastronómicos, exposiciones, clases magistrales y una gran cena internacional abierta a la comunidad y a beneficio de nuestro Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, se realizarán entre los días 6 y 10 de junio en el Hotel O´Higgins, y reunirán a estetas del sabor, dejando una huella que como institución de educación buscamos no sólo en el ámbito del desarrollo de una disciplina, ni como extensión, sino como un aporte concreto al desarrollo de nuestra región, pues no sólo estamos llamados a formar personas, sino también a contribuir con el desarrollo de nuestra región.

Vale un Perú

No será hasta principios de junio, cuando por fin sepamos quién es el nuevo presidente del Perú: Ollanta Humala o Keiko Fujimori. Para aquella fecha todos nos preguntaremos cuál de ellos es el candidato que de una u otra forma sería el más apropiado para los intereses económicos chilenos. Pero también, para esa fecha el mercado será capaz de internalizar claramente las expectativas que se tengan en torno al futuro económico del Perú, el que se reflejará en una bolsa de valores limeña, a mi entender, sobre castigada en al menos un 20%, con especial hincapié en las mineras por un eventual royalty y en la banca por la incertidumbre en el crecimiento, así como también en el valor de la acción de empresas chilenas con inversiones allá, tales como Ripley, Cencosud y Falabella. Esto, porque independiente de quién gane, el empresariado, al igual que su connacional Premio Nobel de Literatura, no ven con buenos ojos a ninguno de los dos candidatos.

Particularmente el inversionista considera como la peor opción al señor Humala, ya que, y como prueba de lo anterior, cada vez que se entregan resultados de encuestas donde lo dan por ganador, la bolsa peruana, específicamente su índice IGBVL, cae alrededor de un 3%.

La razón de la desconfianza, y a mi juicio, no pasa exclusivamente por los planteamientos de los candidatos, sino por la falta de continuidad que habría en la política económica. Es que claramente a Perú le ha faltado una base política que sostenga una democracia seria y estable, pues sin aquélla, no existe tampoco una sólida estabilidad económica, ni social, y a cualquier proyecto económico en dicho país se le exigirá tasas de retorno altas y/o plazos reducidos de recuperación de capital.

Muchos analistas realizan la comparación entre Ollanta Humala con Lula da Silva o con Hugo Chávez. Con el primero, por la esperanza de que pese a la visión izquierdista se transforme en un propulsor de la economía de mercado, como ha sido el presidente brasileño; y con el segundo, por el perjuicio que podría hacer a las inversiones extranjeras y a la economía en general del Perú. Tiendo a pensar que con Ollanta Humala la situación será diferente, pues a diferencia de Chávez, el futuro presidente peruano no tendrá a su favor el petróleo y los dólares que permite sostener ineficiencias de mercado. Por lo mismo, el camino para el próximo presidente del Perú deberá ser la continuidad política y económica que el presidente García no supo prolongar, por lo que auguro un fuerte repunte en la confianza del resto del mundo hacia tal economía, por lo que veo a Perú hoy como una gran oportunidad de inversión.

Sin perjuicio de mi mirada optimista, creo que los resultados en las elecciones de varios países de nuestro continente, tienden a indicarnos que existen necesidades sociales y económicas potentes, que de no solucionarlas, por ejemplo a través de una fuerte inversión en educación, harán de nuestro continente, un “barrio” permanentemente inseguro e inestable, carente de desarrollo económico y de la tan anhelada paz social.