lunes, 30 de noviembre de 2015

Desempleo regional

Contrario a toda racionalidad económica nuevamente las cifras de desempleo sorprenden a la baja, ahora a un 6,7% para nuestra región. Resulta paradójico que mientras en Chile se ralentiza el crecimiento, el desempleo disminuye. La metodología utilizada por el INE, de nivel OCDE, acepta cualquier tipo de trabajo, formal o informal, que genere cualquier ingreso económico durante los días previos a ser encuestado, para que así la persona sea considerada y registrada como no desempleada. Por tanto, un trabajador de 45 horas a la semana no es desempleado, al igual que quien, perdiendo dicho empleo hoy vive o subsiste de ingresos informales tales como la venta de sus propios enseres, o bien del comercio infomal de frutos secos o DVD “piratas”. En síntesis, ¿quién ha buscado algún ingreso económico durante los últimos siete días y ha sido incapaz de lograr algún dinero? Esos son los desempleados. Por otra parte, cuando la economía mejore, sucederé lo contrario, y las cifras de empleo no mostrarán nuevamente el mejor escenario. Cierto es que la metodología es de nivel OCDE, pero hoy no nos sirve para apreciar el real estado del desempleo, impidiendo diagnosticar adecuadamente el problema y formular las medidas para su mejoramiento. En particular la Región de Valparaíso registró un aumento considerable, de más de 25 mil personas en un año y que hoy no desean trabajar, debido a las malas perspectivas laborales o bien se encuentran desencantados de los salarios disponibles. Pienso que tales personas se incorporarían a la fuerza laboral en la medida de que existan mejores perspectivas. El próximo año tendremos aún un positivo impacto de la construcción, pero para 2017 y 2018, años en que la crisis actual debería empeorar, las cifras de la construcción disminuirían rotundamente. Esperemos que el ciclo de los commodities, el precio del cobre y las medidas del gobierno nos permitan un mejor desempeño, ya que detrás de un trabajador, hay una familia, las cifras no son sólo cifras.

viernes, 6 de noviembre de 2015

Situación Económica

Sobre las expectativas fue el IPC de octubre de un 0,4%, y se espera que en los próximos meses la presión inflacionaria se mantenga, impulsada en enero por el efecto del impuesto de timbres y estampillas. Si bien se espera que el Banco Central realice un par de alzas en la Tasa de Política Monetaria durante los próximos 10 meses, estoy convencido que actuará en función de lo que realice la FED. Si ésta aumenta la tasa de interés en diciembre, que es lo que creo que hará, nuestro Banco Central debería aumentar nuestra tasa de interés en paralelo a fin de no tener un efecto cambiario que eleve la inflación. En cuanto al desempleo, los datos informados por el INE (6,4%) dan cuenta que el mercado laboral no da muestras de mermas, tales como las que se aprecian por observación directa (Codelco acaba de desvincular a más de 4 mil personas). De hecho existen estudios que exponen resultados radicalmente diferentes a los emanados desde el INE: por ejemplo, mientras tal instituto indica que el desempleo en la Región Metropolitana disminuyó de un 6,7% a un 6,3%, la Universidad de Chile indica que el desempleo en la misma zona aumentó de un 6,5% a un 7,1%. Tiendo a pensar que la diferencia se debe a la metodología empleada: sólo es suficiente que una persona trabaje una hora a la semana para ser considerado como ocupado. Por tanto, personas que pierden su empleo formal, de 45 horas, basta que ahora trabajen sólo una hora a la semana, para que se les mantenga en calidad de ocupados, y así la tasa de desocupación no se verá alterada. Este cambio de metodología se realizó para cumplir con el estándar OCDE, sin embargo no muestra la realidad del desempleo en Chile en una situación de fuerte descenso, así como tampoco dará cuenta de una futura recuperación. Los niveles de desempleo medianamente estables, bajo crecimiento y elevada inflación, serán los atributos comunes del escenario económico para la mayoría de los países de la cuenca andina para 2016. Al otro lado, en Brasil, hay que adicionar variables políticas que empeoran su contexto. Sin embargo, estoy convencido de que la situación económica país no puede agravarse más: caímos fuertemente y nos mantendremos ahí por un tiempo, como en forma de “L”. El reciente Imacec de 2,6% nos habla de un brote verde real, al cual se podría agregar el alza de la popularidad de la presidente. Si bien el PIB de 2015 se espera en un 2,1%, para 2016 debería de aumentar marginalmente a un 2,5%, cifras que siendo negativas, nos hablan de una recuperación lenta de la economía. En 2017, el PIB debería de ubicarse en torno al 3%, y así apreciar una recuperación en el resto de los indicadores.