jueves, 15 de marzo de 2018

Déficit en Viña del Mar

Recientemente el Secretario de Planificación del Municipio Viñamarino anunció una serie de medidas para hacerse cargo de un déficit de más de 13 mil millones de pesos, acumulado en siete años, que la Municipalidad ostenta. Si bien la cifra es elevada, representa cerca del 10% del presupuesto anual del municipio, por lo que si se acumuló en un período de siete años, el déficit representa en promedio un 2% del presupuesto anual. Los ahorros, junto al aumento de los ingresos, deberán subsanar no sólo la deuda sino además el déficit anual, por lo que el ajuste debería bordear los 2 mil millones una vez que se logre pagar la deuda ya acumulada. Si bien las razones del déficit estarían justificadas en los gastos adicionales que el municipio ha debido enfrentar, sí se debió haber actuado de manera más prudente con anterioridad, a fin de realizar gestiones sobre un presupuesto equilibrado en sus ingresos y gastos. Aun cuando existan gastos justificados, éstos siempre deberían contenerse dentro de un presupuesto, con las debidas excepciones, pero en ningún caso mantener déficit estructurales. Entre las medidas para solucionar el problema se plantea un plan de ahorro por 3.500 millones, un aumento en los ingresos por 3.000 millones y un leaseback por 3.500 millones. El resto de la deuda se espera renegociar y no descartan enajenar activos prescindibles. Todas estas medidas parecen ser óptimas, y son las que generalmente se utilizan por el mundo empresarial para subsanar lo acontecido. Observo la precaución del leaseback, que si bien su uso es ideal para enfrentar necesidades de caja en instituciones con escasa liquidez, implicará pagar cuotas futuras que abultarán el gasto presupuestario, a lo que se le suma las cuotas de las renegociaciones y el déficit anual de más de 2 mil millones. En la medida que el Municipio ordene sus finanzas y adopte una cultura de gastos en virtud de un presupuesto establecido, el leaseback no debería de generar inconvenientes, pero si la Municipalidad continúa realizando sobre ejecuciones presupuestarias, el leaseback aumentará el déficit e incluso se podrían perder los activos involucrados. Tiendo a pensar que lo acontecido en el Municipio servirá de experiencia y generará una cultura presupuestaria necesaria para no caer en este tipo de situaciones.

miércoles, 14 de marzo de 2018

Sobreexpectativas

En febrero el consenso de los economistas afirmaba que el Producto Interno de Chile iba a crecer durante este 2018 un 3,2%. En marzo corrigieron la cifra a un 3,5%, en gran parte influenciados por el IMACEC de enero. Algunos en particular, sitúan el crecimiento en cifras sobre el 4% y otros aún más optimistas vislumbran un 4,5% para este año. Todas, cifras muy superiores a las proyectadas hace doce meses para este 2018. Si bien comparto plenamente que el PIB crecerá sobre el 3,2%, considero que el actual gobierno debiese ser prudente con augurios y señales en extremo optimistas, toda vez que incumplir los pronósticos, podría generar un ruido innecesario sobre una población que en parte lo escogió exclusivamente por las promesas económicas, y sobre los inversionistas que esperan retornos en función a lo que se anuncia. Por lo mismo, no tiene sentido continuar generando altas expectativas sobre la economía. En primer lugar destaco que el presupuesto y el programa de gobierno se confeccionaron sobre una situación económica del país, la que no necesariamente corresponde a la realidad. Nos enteramos en las últimas horas del gobierno anterior que el déficit fiscal no era de un -1,7%, sino de un -2,1%, vale decir, más de 1.000 millones de dólares adicionales de déficit, lo que se traducirá en ciertas austeridades y limitaciones. De no existir más sorpresas, debe considerarse que las proyecciones de crecimiento se verán beneficiadas primeramente por las bajas bases de comparación en relación al año anterior y la recuperación en sectores tales como el minero. Pero posteriormente, y considerando las brechas existentes en la capacidad productiva, podrían existir problemas para mostrar cifras extraordinarias de crecimiento a partir de los meses de mayo y junio. A esto hay que agregar consideraciones externas como una eventual desaceleración China o una inflación poco controlada en Estados Unidos, ambos riesgos que podrían generar algún traspié en el mediano plazo. Por lo mismo, el gobierno debe tomar medidas prudenciales que logren situar adecuadamente las expectativas sobre la economía. En tal sentido considero relevante focalizar el crecimiento en desarrollo económico: mejorar el crecimiento potencial del país consolidando cifras positivas en los últimos años de su mandato, logrando ajustes que permitan suavizar los efectos del ciclo de los commodities, como es el mejoramiento de la diversificación del portafolio exportador; y realizar reformas estructurales para avanzar en urgentes temas sociales.

jueves, 8 de marzo de 2018

IPC de febrero

El INE recientemente publicó el registro del IPC para el mes de febrero, el cual fue de 0%, por debajo de las expectativas del mercado que promediaban 0,2%. Esta nula variación implica que la inflación acumulada de los últimos doce meses es de tan sólo un 2,0%, justo en el rango inferior de la meta del Banco Central. Esta situación es una buena noticia para nuestra economía, ya que permitiría una gestión más cómoda de la Tasa de Política Monetaria que potenciaría la inversión y el crecimiento. Probablemente estos niveles de inflación se explican por el comportamiento del consumo, así como también por el tipo de cambio, el cual no debería de tener grandes oscilaciones en lo que viene del año. Si consideramos el precio del cobre y las expectativas favorables sobre el nuevo gobierno, nuestra economía debería de mostrar un mejor crecimiento apoyado en las favorables condiciones en las que nos encontramos.

lunes, 5 de marzo de 2018

Imacec de enero

Recientemente el Banco Central dio a conocer el IMACEC de enero, registrando un 3,9%, cifra muy superior a los datos de muchos meses anteriores, destacando el IMACEC Minero cuyo incremento fue de un 8,6%. Este mejoramiento, y en palabras simples, se debe a dos razones: el ciclo de los commodities con precios al alza destacando el cobre, y el cambio de gobierno a uno con énfasis en el crecimiento de la economía y que da confianza y certezas a los inversionistas. Referirse a que el progreso de la economía se debe exclusivamente a un mejoramiento de las condiciones externas es desconocer que los gobiernos sí pueden realizar gestión sobre la economía en escenarios con menor valor del cobre. Se podrá navegar con viento a favor, o con una leve brisa, pero dependerá de las destrezas de la tripulación cómo se aprovechan los vientos para avanzar, y en tal sentido el mercado valora de mejor forma la futura gestión del equipo próximo a asumir.