jueves, 27 de diciembre de 2007

Escenario Económico 2008

Lograr vislumbrar cómo será el 2008 en materia económica es complejo, ya que a diferencia de otros períodos, estos dos últimos meses se han caracterizado por una elevada volatilidad de los escenarios económicos mundiales, que aunque el buque logre estabilidad, no se pueden dimensionar las marejadas. Pese a ello, podemos dar ciertos indicios de lo que debería acontecer durante los próximos doce meses.

El precio del cobre debiese continuar elevado (US$ 3) debido principalmente al crecimiento de los mercados emergentes de India y China, países que han colaborado para que el mundo no entre en recesión. Por otra parte, el precio internacional del petróleo debiese aproximarse a los 78 dólares el barril. La situación energética chilena es compleja, pero el país ha aprendido y está mejor preparado en cuanto a inversiones que diversifiquen sus fuentes. Ya el 2009 y el 2010 serán años más tranquilos. El dólar debería mantenerse en torno a los 515 pesos, con una cota inferior de alrededor de 510 y un máximo esperado de 525. Esto se traduce en la necesidad de hacer más competitivo aún el sector exportador, pese a que durante 2007 muchas fábricas debieron cerrar.

En cuanto a la inflación, se espera que el IPC alcance un 4,2% donde nuevamente las inclemencias climáticas podrían hacer aumentar el precio de las verduras y frutas. El desempleo sería en torno al 7%, puesto que la tasa de crecimiento de los puestos de trabajo es inferior al aumento de personas que desean trabajar. Habrá más trabajo, pero más personas interesados por ellos.

La Bolsa de Comercio mostraría una alta rentabilidad (20%) producto de las bajas de los últimos meses. Esta rentabilidad favorecería a los Fondos de Pensiones A y B. La baja en la Bolsa de noviembre y diciembre tendrán efectos en las jubilaciones inmediatas, al igual que las nuevas tablas de mortalidad que entran a regir a partir del 1 de febrero y que sin lugar a dudas, hará bajar las pensiones para los nuevos jubilados con cargas familiares. Este año también será decisivo para la Reforma Provisional.

En materia de inversiones, Brasil se aprecia como un excelente mercado de renta variable, bajo su rendimiento 2007, pero por sobre el de Chile y el de otros países emergentes. Perú y Argentina también son una buena opción.

Pero sin lugar a dudas, los dos focos más complejos en materia económica serían: 1) la insatisfacción laboral producto entre otras cosas por los elevados IPC, que llevará a los sindicatos a intentar negociaciones colectivas no por empresa, sino por sector industrial, que de llegar a concretarse, perjudicaría a las PyMes, y 2) el bajo crecimiento económico en torno al 4,7%, y que según muchos especialistas, es sólo la tendencia que llevará al país a tener crecimientos en torno al 2% para mediados de la próxima década. Invertir en investigación y desarrollo es parte de las medidas que el gobierno ya está tomando para enfrentar aquello, y que permitiría mejores augurios para los años venideros.

jueves, 20 de diciembre de 2007

Estudio sobre Turismo

La Escuela de Negocios de la Universidad de Viña del Mar, Staff Creativo y Contacta realizaron un estudio de opinión exclusiva para El Mercurio de Valparaíso sobre el Turismo en Valparaíso, Viña del Mar y Concón. Su objetivo central era medir la percepción de los habitantes en cuanto al turismo y sus potencialidades.

En él se puede apreciar como los habitantes de Valparaíso tienen un fuerte arraigo por sus cerros, por sus barrios, y los consideran como un gran atractivo turístico. Los viñamarinos creen que su borde costero es su atributo determinante, incluso por sobre las playas que forman parte de éste. Los habitantes de Concón destacan el tema gastronómico como segundo atributo después de sus playas.

Hay que recalcar, que las tres ciudades están llevando a cabo estrategias de promoción para ser posicionadas en relación a sus principales atractivos turísticos. Destaca la estrategia de posicionamiento de la comuna de Concón que ha centrado todos sus esfuerzos para ser la "capital gastronómica", lo que se ve exitosamente reflejado en la investigación.
Se concluye, además, que los habitantes de las tres ciudades consideran que el máximo responsable del turismo en cada comuna debiesen ser las municipalidades respectivas, y erróneamente no consideran a las empresas, y en general a todos los habitantes como debe corresponder. Esto denota, que las estrategias utilizadas han sido más ligadas a aspectos promocionales que al del marketing, puesto que éste último consideraría la realización de un marketing interno que involucre a todos los habitantes hacia una actitud generalizada pro turismo, lo que claramente no se aprecia en la realidad.

Queda claro en la investigación que los ciudadanos consideran que las ciudades tienen potencial turístico, el cual sólo es demandado durante los meses de enero y febrero. Es ahí donde este sector económico no se puede proyectar de manera independiente a los otros sectores. Potenciar la Región bajo el punto de vista agrícola, o de los servicios, o del turismo, los tres focos por separado, es un error, ya que la manera de fomentar el turismo en temporada invernal es integrarlo a los otros sectores. Un caso exitoso y dentro de nuestra Región, es lo que acontece en Casablanca, donde sus viñas mezclan lo agroindustrial con el turismo.

Esta integración de sectores económicos lograría segmentos de mayor poder adquisitivo, asociado por ejemplo a ferias internacionales, congresos y seminarios para público de países desarrollados. Mejorar la calidad del visitante, en cuanto a su poder adquisitivo, pasa por mejorar la oferta para tal mercado, por ejemplo, a través de la construcción de un gran centro de eventos con hoteles cinco estrellas con gran número de habitaciones y un comercio de lujo que hoy no existe. Un caso exitoso es el de Cartagena de Indias, donde sus playas y casco patrimonial son sólo el complemento para las convenciones y congresos que atraen a ejecutivos y empresarios con sus familias. La clave está en la cooperación, en la integración y en la asociación. Tenemos mucho por hacer.

sábado, 15 de diciembre de 2007

Adicción al Trabajo

Generalmente se le pregunta a los niños “¿Qué quieren ser cuando grandes?”, y esperamos respuestas vinculadas a su futura vida profesional. Quizás por eso, cuando nos preguntan “¿Quién es usted?”, lo más probable es que nosotros respondamos desde nuestra perspectiva laboral: cargo, empresa, profesión, etc., olvidando el resto de dimensiones que forman nuestro Yo. Después de todo, nuestro trabajo es un subsistema de nuestro sistema persona, que indudablemente nos ayuda a generar nuestra propia identidad personal, sirviendo de pilar a nuestra personalidad y a nuestro propio ser. Por tanto, tratamos de entregar todo de sí en el trabajo, a fin de responder adecuadamente al medio, y cuando sentimos que no logramos cumplir con aquello, y que estamos arriesgando nuestra empresa, nuestro cargo, nuestras relaciones, nuestro prestigio y nuestro status, caemos en enfermedades laborales propias del trabajador.

Una de ellas, implica no sentir que somos capaces de hacer todo lo que el medio nos exige, lo que comúnmente se denomina Stress. Algo de stress es bueno, ya que nos hace levantarnos por la mañana, ir a nuestra empresa, etc. pero en exceso termina por absorbernos, ya que nos genera ansiedad. Algunos con stress pueden no reaccionar y quedarse paralizados, otros evaden la situación compleja sin solucionarla, y por último, un grupo importante lucha trabajando, a fin de responder al medio sintiéndose como un malabarista con un aro o pelota adicional a las que puede hacer girar.

Es entonces, cuando hacemos de la vida, una vida laboral. Hacemos del trabajo, una adicción. El Workaholism es un concepto que fusiona dos términos: work (trabajo) y alcoholism (alcoholismo). Esta anomalía consiste en embriagarse de trabajo, desear trabajar a todas horas, cuantas más mejor, y ayudado por las nuevas tecnologías, en todas partes. Compartimos con nuestra familia, mientras respondemos e-mails, o paseamos con ellos hablando con la empresa a través de nuestro celular. Muchas veces ni siquiera es un trabajo altamente productivo, sino que en ocasiones es trabajar arduamente en cosas sin la importancia que éstas requieren, como correr en una rueda de Hámster.

Es que en la medida que nuestra sociedad transite desde una economía manufacturera a una de servicios, la prevención de riesgos laborales deberá enfocarse más en los riesgos psicológicos que en los físicos, en la higiene mental del trabajador. Asumir que la vida es única y exclusivamente laboral, es renunciar a nuestras propias vidas. Y con ello renunciamos a la razón por la cual laboramos, por lo cual pierde sentido el trabajo. El trabajo es sólo la estrategia para llegar a un objetivo, pero no es el objetivo en sí mismo, por muy entretenido y desafiante que éste sea.

Buscar el equilibrio en lo que somos, es permitirnos existir en plenitud. Sólo ver la vida como trabajo, es ignorar que los segundos avanzan hacia un mañana, que mira con desdén y recelo aquello que no hicimos por el presente, como el pasado ciertamente mereció. Quizás podríamos empezar por dejar de preguntar a nuestros niños “¿qué quieren ser cuando grande?” y preguntarles mejor “¿qué quieren hacer conmigo hoy?”.

jueves, 13 de diciembre de 2007

Amargo Noviembre

En lo que se refiere a las finanzas personales, el último noviembre no fue un buen mes. Sin profundizar en lo que a inflación se refiere, durante ese mes el precio general de las acciones que se transan en la Bolsa de Comercio disminuyó en un -7,14%, transformándose en el peor desempeño del décimo primer mes en 20 años, desde 1987 cuando el IPSA tuvo una caída de -10,27%. La razón fundamental es que durante el pasado mes el mercado bursátil chileno fue afectado externamente, al igual que bolsas de otros países, por la crisis hipotecaria de los Estados Unidos, e internamente, por el oficio que mandó la Superintendencia de AFP a las administradoras de fondos de pensión de reducir sus inversiones en instrumentos de renta variable, acciones principalmente.

La baja en las bolsas de Chile y de otros países, afectó a la mayoría de los que cotizan en AFP, puesto que disminuyeron el valor de las cuotas de los Fondos de Pensiones tipo A, B, C y D. En el caso de los Fondos de Pensiones Tipo A y B, la inversión en instrumentos de renta variable de otros países alcanza a un 56% y 41%, respectivamente, lo que explica mayoritariamente el negativo retorno de -5,64% y – 4,75% obtenido por tales Fondos. Por su parte, en el caso de los Fondos de Pensiones Tipo C y D, la inversión en acciones nacionales, que representan el 18% y 12%, respectivamente, explican en mayor proporción los retornos negativos de tales Fondos de -3,64% y -2,08%. Destaca en ellos, la baja en el precio de las acciones de los sectores eléctrico y recursos naturales.

La baja del valor de las cuotas de estos cuatro Fondos de Pensiones tiene una gran implicancia en la gran mayoría de los afiliados a las AFP. Esto, porque el Fondo A reúne al 38,7% del total de suscritos al sistema, el B al 36,2%, el C al 20,5% y el D al 2,8% de los afiliados. Es decir, el 98,3% de los trabajadores que cotizan en AFP vieron disminuir la rentabilidad de sus fondos de pensión durante noviembre.

El único Fondo que no obtuvo rentabilidad negativa correspondió al E, que reúne al 1,7% de los que cotizan y que tuvo un 0,22% de rentabilidad.

Esta situación, no debe traducirse en una migración de los suscritos desde los Fondos más riesgosos (A y B) hacia aquéllos más estables (D y E), puesto que está comprobado que la renta variable (acciones) es la forma de inversión más rentable en el largo plazo. Las decisiones de inversión jamás deben traducirse en escoger en función de resultados de escenarios económicos volátiles, sino en el horizonte al cual se está invirtiendo. Es más, como el valor de las cuotas de los Fondos A y B están más bajas, se recomienda entonces que todos aquellos que cotizan en los Fondos D y E con horizonte de inversión de largo plazo, opten ahora por los primeros.

Después de todo, aunque noviembre haya dejado un gusto amargo en materia de inversiones, hubo y vendrán muchos otros meses cuyas rentabilidades serán positivas. Paciencia.

jueves, 6 de diciembre de 2007

Turismo Aventura

Cuando uno enseña negocios, parte de una premisa que es fundamental: los mejores negocios son aquéllos donde todos los que participan efectivamente ganan. Si uno de los participantes es el favorecido, el otro tratará de hacer todo aquello posible con tal de que el primero no gane. Por eso, en el ámbito de la empresa, en ocasiones la mejor estrategia es buscar que todos los partícipes de una industria determinada busquen maximizar sus objetivos, en virtud de la “cooperación” y no de la “competición”.

En tal sentido, me parece muy oportuno lo que están realizando las municipalidades de Valparaíso y Viña del Mar a fin de encontrar una estrategia que busque promover e integrar tales ciudades en un plan comunicacional común, y además, divulgar y difundir el concepto de que el turismo lo hacemos todos los habitantes y empresas de cada una de las zonas turísticas involucradas. Efectivamente, no se logra nada si la infraestructura turística o de ocio es adecuada, si no disponemos de habitantes capaces de cooperar con el turismo desde sus diferentes roles. El conductor de Victorias, el mesero de un restaurant, el vendedor de diarios, el dependiente de una tienda de ropas, el taxista, el vendedor de artesanías, e incluso, el ciudadano común que con paciencia explica al turista cómo llegar a un determinado lugar, o bien el conductor que, con empatía, no toca la bocina cuando un auto de patente extranjera maneja lento o comete una infracción propia de su inexperiencia en nuestras calles.

Capacitarnos como habitantes de ciudades con potencial turístico, permitiría, por ejemplo, minimizar las situaciones incómodas que muchos de nuestros visitantes deben sufrir por llegar a estos rincones del mundo, tal cual como se relató en este mismo diario la experiencia de unos turistas franceses, los que terminaron agobiados por la falta de orientación turística en nuestras localidades. Como ese ejemplo hay muchos, y de seguro cada uno de nosotros conoce casos de personas foráneas que debieron enfrentar más de alguna aventura desagradable en nuestras comunas.

Es que si no logramos entender que todos nos vemos beneficiados con el turismo, difícilmente conseguiremos convertirnos en comunas dichosas y virtuosas de recibir turistas, que esperan obtener en nuestras tierras, no sólo fotografías que hoy pueden ver por Internet, sino una experiencia digna de recordar y divulgar en sus propios países de origen, contribuyendo a convocar a un número mayor de turistas para nuestras ciudades, para nuestros comercios, para nuestras empresas. Por lo mismo, todos tenemos el deber de cooperar con el turismo si queremos vernos favorecidos con este gran negocio, que permite hacer crecer nuestra economía regional, generar nuevos puestos de trabajo, y crear un producto turístico que satisfaga la necesidad de ocio, recreación y cultura, que muchos extranjeros buscan en nuestra tierra, sin el conflicto de la desorientación y la desinformación, que transforman al hacer turismo en Chile, en un verdadero “turismo aventura”.

viernes, 30 de noviembre de 2007

Educación y Emprendimiento

Al analizar las actuales cifras de desempleo regional se podría concluir erróneamente que han disminuido los puestos de trabajo, y por ende ha aumentado la cesantía, cuando lo que ha sucedido es exactamente lo contrario, el número de puestos de trabajo ha aumentado, pero de menor forma al incremento de la fuerza laboral disponible. Esto, porque la economía regional no ha crecido lo suficiente a fin de absorber a "los nuevos trabajadores", personas que antes no estaban trabajando o no tenían la edad o el interés de ocupar un puesto laboral. Por tanto, sólo en la medida que la tasa de crecimiento de la economía regional sea superior, esta nueva mano de obra será empleada, reduciéndose así la tasa de desempleo regional.

Es ahí donde se conjugan dos elementos: la incapacidad de aumentar la tasa de crecimiento económico regional a fin de absorber mano de obra y la necesidad de trabajar. Este escenario, sin lugar a dudas, propicia el emprendimiento a fin de dar solución a ambos factores. Cientos de estudios destacan lo catalizador que resulta para la creación de empresas, el hecho de que una economía posea una mayor tasa de desempleo. El argumento tras esta tesis apunta a que un cesante, bajo la presión de los gastos personales y familiares, debe dar rienda suelta a su iniciativa y emprendimiento. De esta forma, el dependiente-cesante se transforma en un independiente-empresario que no busca empleo, sino que incluso lo genera. Lo que pocas veces se ha planteado, es que la mayoría de los cesantes no tienen conocimientos para lograr traducir la idea en una empresa, y que además ésta sea rentable.
La prescripción, por parte de cualquier experto en negocios, sería la de educar a los jóvenes bajo un enfoque propicio a la iniciativa y el emprendimiento, y a los actualmente dependientes y que pueden llegar a ser futuros cesantes, recomendarles diversificar sus fuentes de ingresos. En los países desarrollados muchos de los trabajadores dependientes diversifican sus ingresos antes de enfrentar una situación de cesantía. Por ejemplo, ciertos ingresos que no gastan los invierten en sus bolsas de comercio. Destaca, incluso como una moda, el que los trabajadores dependientes inicien y desarrollen su propia empresa en paralelo a su trabajo. Esto, gracias a la ayuda de las nuevas tecnologías que permiten administrar, comprar y vender a distancia. Muchos jóvenes ejecutivos abren su propio negocio, o una empresa consultora, o una que preste servicios a la empresa donde él labora, etc. En muchos casos el emprendimiento se relaciona y vincula con el pasatiempo del emprendedor, por lo que el ocio y el nuevo negocio son perfectamente compatibles.
Educar para el emprendimiento, fomentando así una actitud proclive a la iniciativa, es uno de los pasos que a largo plazo posibilita el crecimiento económico que permite generar autoempleo y nuevos puestos de trabajo. En tal sentido, soy testigo de los esfuerzos concretos que el SEREMI de Educación está realizando en esta materia, y que a futuro permitirá un mejor desarrollo para la Región.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Consumo y Felicidad

Muchos desean algo material que no tienen. Incluso sienten que requieren eso material, que es de consumo y uso en público, porque así otros los mirarán y catalogarán diferente, supuestamente con respeto y admiración. Compararnos materialmente lleva a clasificarnos como mejor o peor que otro. “Me ha ido mejor que a él”, “ella tiene una familia más feliz que la mía”, “su auto es más veloz que el que tengo”, “vive en mejor barrio”. Compararnos nos hace menos felices y pocas veces nos damos cuenta que muchos tienen menos que nosotros.
Cada año la revista Forbes hace noticia en los medios de prensa con su ranking de los hombres más ricos del mundo. En él apreciamos cómo los más ricos se hacen algo más ricos o algo más pobres. No tengo la experiencia, pero creo que cuando tu fortuna supera los 50.000 millones de dólares, que esa fracción aumente en algo o bien disminuya un poco, las comodidades y lujos que te rodean no debiesen variar. Quizás sólo podrían aumentar el falso orgullo que alimenta la presunción y la vanidad.

Años atrás, leí un reportaje donde no buscaban al hombre más rico del planeta, sino al más pobre. Encontrarlo, no era tan difícil como podría pensarse al ver las estadísticas que indican que en el mundo mil millones de personas despiertan cada día sin tener comida asegurada. Si bien podemos rankear al más rico y saber quién está arriba, en la cúspide, los más pobres del mundo están abajo en la base del triángulo y son millones. En aquel reportaje, se afirmaba que cientos de miles de personas en el mundo tienen como única cosa material un pantalón, harapiento y deshilachado, casi un taparrabo. A modo de muestra entrevistaban a un habitante de Río de Janeiro que poseía únicamente esta prenda. Cuando le preguntaron dónde vivía, el afirmó que en cualquier parte pero frente al mar. Cuando le preguntaron de qué se alimentaba, él dijo que de todo un poco. Cuando le preguntaron si trabajaba en algo, él dijo que sí, en cosas esporádicas y ocasionales sólo para darse ciertos lujos, tales como comprarse una bebida o alguna merienda. Cuando le preguntaron si era feliz, él dijo que sí, que él se sentía el hombre más feliz del mundo.

No es cliché afirmar que el dinero no hace la felicidad. Alguien diría pero ayuda bastante. No siempre dirán otros. El dinero hace la felicidad cuando lo que buscas es el dinero, o algo que sólo se puede comprar con él, pero cuando lo adquieres, sólo te das cuenta que alguien tiene algo mejor, por lo que querrás aquello que no posees. En fin, ese espiral de consumo, sólo lleva a sentirse vacío, a no lograr la felicidad, puesto que ésta sólo se puede encontrar en la tranquilidad del propio ser. Consumir más por competir, nos aleja de la búsqueda de la felicidad, y nos desconcentra en la exploración de nuestra propia tranquilidad individual y espiritual, y de nuestra propia calma colectiva. Como afirmó Hemingway: “no es más feliz quien más tiene, sino el que menos necesita”.

martes, 20 de noviembre de 2007

“Generación Conejo”

Hace un tiempo, nos impresionaba ver como nuestros adolescentes realizaban una manifestación nacional, a fin de propiciar cambios en la educación escolar en Chile. Con asombro y respeto, la sociedad acogió tal movimiento, en virtud de comprender que tras él, había razones fundadas en la necesidad de reformar la educación en nuestro país. De manera coloquial, tal manifestación recibió el nombre de “Revolución Pingüino”.

Por otra parte, esta semana se entregaron los resultados de la V Encuesta Nacional de Juventud elaborada por el INJUV, donde se puede concluir que las prácticas sexuales en los adolescentes y jóvenes corresponden a una conducta sexual anticipada, por su inicio temprano y sin compromiso alguno, y desprotegida, por ejemplo, en el no uso de métodos anticonceptivos en la primera relación sexual, y en el escaso porcentaje de jóvenes que se ha realizado el test del SIDA.

Adicionalmente, durante las últimas semanas hemos sido testigos, a través de los medios de comunicación, de diversos hechos relacionados con la sexualidad de los jóvenes. Llama profundamente la atención, por ejemplo, la poca privacidad de su vida personal, la que apoyada en las nuevas tecnologías, es expuesta públicamente. Esta situación nos plantea, el mal manejo que se le ha dado en Chile a la educación sexual, la cual debe realizarse principalmente en la familia, apoyada por otras instancias como los establecimientos educacionales básicos y medios.

Sin embargo, es la sociedad entera la responsable de esta situación. Los valores que se están trasmitiendo a través de los medios, y sobre todo a través de la publicidad, potencian la actitud en ellos que tanto desconcierta. De no remediar tal situación, más difícil será para la familia poder educar en valores que conlleven a una vida sexual más sana, no basada exclusivamente en la genitalidad. De no hacernos responsable en este ámbito, lamentaremos después tildar a estos adolescentes, como la “Generación Conejo”. Aún estamos a tiempo. Ellos nos están llamando la atención.

viernes, 16 de noviembre de 2007

Improvisación en Reuniones

Cuántas veces he tenido ganas de expresar lo que el Rey Juan Carlos señaló al Presidente Venezolano: “¿Por qué no te callas?” En mi experiencia en el mundo de la empresa he asistido a múltiples reuniones y cientos de comité en empresas de variada naturaleza. He observado que tales reuniones pocas veces comienzan con un objetivo definido, con tiempos de inicio y clausura establecidos y cumplidos, y con desenlaces propios del fin que tuvo tal cita. Peor aún, las conclusiones pocas veces se aplican. Las reuniones, cosa que las empresas no consideran, tienen un costo, que es la proporción del tiempo de la remuneración de los asistentes más el valor que agregan en su respectiva institución, y por lo tanto, sus resoluciones debiesen aportar más valor que el costo de tales citas.

Pero sin lugar a dudas, lo que más me llama la atención de una reunión, y esto me ha sucedido en empresas chilenas, españolas, argentinas, peruanas, entre otras, es la calidad de las intervenciones. Los participantes, los que muchas veces ni siquiera saben por qué están invitados a la reunión, emiten juicios y opiniones fruto de la improvisación, o bien, apoyan simplemente al que primero habló. La carencia de argumentos, y sobre todo, la falta de una meditación del tema de manera previa, hacen de estas juntas, verdaderas espontaneidades de juicios y ponencias. La sabiduría pocas veces abunda en tierras que no hayan sido lo suficientemente afianzadas.

Aún recuerdo una reunión en que participé como asesor en planificación estratégica. La interrogante versaba sobre si la planta productora de conservas debía trasladarse a una nueva localidad o bien permanecer donde estaba. Tal cuestionamiento, merecía una evaluación del proyecto, con un adecuado estudio técnico sobre logística, costos, y por supuesto, un cuidadoso estudio del impacto medio ambiental. Los gerentes al unísono opinaron de manera improvisada. Cuando uno de ellos afirmó que la nueva ubicación significaría un aumento en los costos de mano de obra, algunos de los contertulios no estuvieron de acuerdo. Nadie manejaba datos precisos, sólo fue improvisación. Entonces, surgió la bienvenida que la espontaneidad da a la idiotez: decidieron votar a mano alzada la ubicación de la fábrica. Como asesor, les hice saber que las decisiones de este tipo merecían un razonamiento proporcional a los costos y riesgos de cada una de las alternativas. Siguieron el consejo, y se elaboraron los estudios para tomar una decisión argumentada.

Por eso afirmo, que quizás por cortesía, o por no querer asumir el rechazo de otro reunido, muchas veces nuestra naturaleza nos impide hacer callar, al que opina sin argumentos o al que simplemente no permite la fluidez de las ideas. Interrumpir, e incluso romper el silencio, es señal de no valorar la opinión del otro, o la necesaria reflexión. Y si en una empresa no se aprende a participar en reuniones, y saber callar al impertinente, difícilmente se pueden tomar decisiones que no conduzcan a la organización a un actuar improvisado.

lunes, 12 de noviembre de 2007

Navidad Responsable

A esta altura del año, la rutina nos agobia. Debemos asistir a graduaciones, a fiestas de fin de año, a ceremonias varias, cerrar balances, aprobar presupuestos, etc. Y todos los años, diciembre representa un mes de usanzas reiterativas. La que más nos abruma, es adquirir productos que representen el valor de la estima hacia quien lo queremos entregar. Una campaña publicitaria de una tarjeta de crédito promueve el endeudamiento con la afirmación: “Porque la vida es ahora”. Pero pensar que la vida es ahora y que no existe futuro es casi una invitación explícita a vivir la vida con desenfreno. En tal sentido, somos parte de una sociedad donde el desperdicio del tiempo es mal visto, el ocio griego o la contemplación agustiniana son considerados tiempos perdidos, por lo que todos debemos vivir intensamente cada momento, con simultaneidad y ubicuidad. Para esto, consumimos y obsequiamos equipos de teléfonos celulares o móviles, tecnologías bluetooth, autos más veloces, y todo aquello que nos sirva para aprovechar la vida en cada uno de sus minutos, adelantándonos incluso a nuestro propio ritmo. Esta ansiedad por vivir intensamente, genera el “hay que hacer cosas y pasarlo bien”, y a veces en extremo. El tener que “hacer cosas y pasarlo bien” implica, por ejemplo, el que cada vez que pensamos o planificamos alguna fiesta o celebración, debemos, en virtud del desenfreno, “tirar la casa por la ventana”, endeudándonos y castigando nuestra propia capacidad de consumo futuro. Por ejemplo, ante la Navidad se siente la ansiedad por el consumo, expresado en compras, en ocasiones más allá del presupuesto familiar, de artículos electrónicos, bicicletas, y para qué decir de adornos, bolas de colores y guirnaldas, entre muchas otras cosas. Como si el que consume con excesos posee más espíritu navideño que aquél que lo hace responsablemente. Esto acontece, porque vivimos en tiempos donde se confunde un mayor consumo con más felicidad. Y es todo lo contrario. Un consumo responsable conlleva a la tranquilidad de no desperdiciar dinero que no tenemos.

Una Navidad responsable se centra en un consumo ético y solidario, y no en un consumo por el consumo, y tiene además, un impacto en el bienestar colectivo, ya que nos aleja de la búsqueda de la felicidad material, y nos concentra en la exploración de nuestra propia tranquilidad espiritual y de nuestra propia calma colectiva. Este cambio de actitud es el que nos propicia una relación sana con nuestro propio ambiente, con nuestra ecología, y con nosotros mismos, con nuestra propia biología. Entonces dejaremos espacio para disfrutar de nuestra propia existencia y de la de todos. Una cena de Navidad, con nuestros seres queridos, donde rescatamos el valor de la familia, sin grandes distracciones ni preocupaciones, es el mejor regalo que nos podemos conceder.

Deberemos entonces aprender y educar en torno al consumo, ya que una manera responsable de consumir es un activo fundamental para una vida responsable. Porque más consumo no nos hace más felices, sino más intranquilos. Es que la felicidad que anhelamos, sobre todo en Navidad, es la tranquilidad que fácilmente podemos encontrar en una vida espiritual. Un consumo irresponsable siempre conllevará la codicia de aspirar a poseer aquello que no tenemos y a ser aquello que no somos. Y de esa forma perdemos tranquilidad. Así es la vida, la rutina y lo irrelevante hoy se nos impone lamentablemente, desperdiciando lo esencial de la Navidad, aquello que en el tiempo será inventariado como registro vivo de un pasado y de una vida que nos demuestra cuan feliz fuimos sin siquiera habernos enterado.

Cultura Electoral Argentina

Por razones de trabajo tuve que viajar por 36 horas a Buenos Aires el mismo día de las elecciones presidenciales. Mientras el avión se aproximaba a la pista de aterrizaje pasaba por mi mente el espectáculo con que me iba a encontrar: un Buenos Aires lleno de carteles, panfletos, afiches, lienzos, gigantografías y cuanta otra forma de publicidad política. Era evidente que estas imágenes no eran otra cosa que la proyección de la experiencia nacional y, además, un prejuicio, cual es considerar a los argentinos con una conducta cívica-marketera similar a la nuestra.


Con esta disposición, me trasladé hacia el centro de la ciudad. Pude comprobar con sorpresa que no había letrero alguno, ni carteles pegados, ni menos colgando de los cables de luz o de teléfonos. No había lienzo alguno, ni propaganda de ninguna especie, salvo entre las distintas paletas publicitarias a orillas de la carretera, y entre muchas otras publicidades, dos o tres de algún candidato. Nada más. Llegado al centro mismo de la ciudad, lo mismo.


Se podría pensar que dada la alta probabilidad de triunfo de la señora del actual mandatario trasandino, incluso sin necesidad de segunda vuelta, el gasto publicitario no era significativo o casi nulo. Pero no, junto con la elección de presidente, Argentina debía llenar una serie de otros cargos de elección popular, en las intendencias y en el congreso, muchos de ellos con predicciones de reñidos resultados finales. Ello, no obstante, la ciudad estaba limpia de toda publicidad electoral. Si bien Buenos Aires no es una ciudad que se distinga por una limpieza extrema, sin embargo, todo estaba igual que la última vez que en ella estuve. Los únicos y pocos carteles o murales eran de obras de teatro, de conciertos, de festival de coros. En suma, de esa cultura que tanto hace falta por estos lados.


Esta realidad, me hizo preguntar ¿cuál es la relación costo beneficio de esta publicidad tan invasiva, perjudicial y desastrosa como la que debemos sufrir todos los chilenos en épocas de elecciones? Si bien no estamos en época electoral, bien vale la pena desde ya lanzar una campaña destinada a imitar los buenos ejemplos. Propiciar que no existan más carteles colgando, afiches y pancartas en las calles, paredes, postes, ni lienzos que atraviesen las avenidas, todo lo cual implica un costo exorbitante que sólo sirve para “medir” el gasto electoral, en una competencia de quien gasta más, quien ensucia más, quien atenta con más vigor contra la estética y la paciencia ciudadanas.


Propongo un diálogo social electoral, en el que todos los candidatos adopten un acuerdo tendiente a no estropear nuestros paisajes y ciudades, que se abstengan de dilapidar dinero en un gasto inútil y molesto, el que, además, constituye un derroche insultante para los electores con mayores carencias. ¿Por qué no dar paso a un intercambio de ideas y dejar de lado tácticas publicitarias comparadas con la promoción de productos de consumo masivo?

domingo, 4 de noviembre de 2007

Píldora del día después

Los valores son la guía de las actitudes humanas. Por tanto cada persona tiene valores, los que pueden ser cualidades positivas o negativas a los ojos del resto, y en un grupo los valores generalizados tienden a marcar el comportamiento de éste. Por tanto, cualquier organización humana, como un país o una empresa, posee valores, aquellos principios compartidos por sus miembros que encauzan decisiones, entregan un sello a la cultura organizacional y se transfiere a la comunidad a través de sus acciones. En el caso de las farmacias, su misión es la de ayudar en la cura de las personas enfermas, o bien prevenir malestares o enfermedades que acongojen su existencia.

Sin embargo, tiempo atrás se determinó gubernamentalmente que a través de las farmacias se entregara a niñas de 14 años o más, la famosa pastilla que se ha dado en llamar “La píldora del día después”, sin necesidad de contar con el consentimiento de sus padres. ¿Cómo puede decidir tomar esa píldora, cuyos efectos químicos y abortivos aún no terminan de investigarse?, si por ejemplo, dichas niñas no pueden elegir el colegio donde estudiar, no se les permite recurrir a un centro de salud solas, bajo el punto de vista legal tampoco pueden comprar cigarrillos ni alcohol, tampoco celebrar contrato alguno sin la autorización de sus padres, son inimputables ya que no son responsables de los actos criminales que puedan realizar por ese simple hecho, de no tener autonomía de pensamiento, autonomía de voluntad, por no tener la capacidad suficiente para discernir entre lo que puede ser delito y lo que no puede ser delito, entre lo que puede ser bueno y lo que puede ser incorrecto, y sin embargo, ahora se le permite en una materia tan delicada como adoptar la decisión de tomar una píldora, que eventualmente es abortiva, en forma tan autónoma y libre, sin siquiera el consejo, la ayuda, el amparo y la autorización de sus padres. Contradicciones.

Entonces, ¿no cabe la posibilidad de la objeción de conciencia por parte de los propietarios de las farmacias en su calidad de distribuidoras de un producto contrario a sus valores? Y si deciden comercializarla, ¿no podrá tener conciencia moral el vendedor del establecimiento que le impida vender tal pastilla pese a que esté disponible? ¿Por qué obligarlos a atentar contra la salud y la vida, que ellos protegen? Contradicciones.

A mi entender, mientras no se esclarezca las reales consecuencias de dicha píldora, las empresas distribuidoras que tienen como misión resguardar la salud y proteger la vida, deberían poder recurrir a la objeción de conciencia para hacer cumplir los valores y principios en que ellas creen. La “sintonía” entre el gobierno y los principios que defienden la vida, deberían de traducirse en hechos concretos y no en palabras que alberguen discursos como el que señaló S.E. Bachelet con respecto a sus similitudes con el Obispo de Roma. Contradicciones.

lunes, 29 de octubre de 2007

Modelo Económico y Negociación Colectiva

En 1978, se produjo un cambio fundamental de políticas públicas, especialmente en lo económico. De una economía semi dirigida, coherente con grandes organizaciones sindicales y con negociaciones colectiva por área de producción, incluso con participación del Estado en las discusiones y acuerdos, se pasa a una nueva categorización de las organizaciones sindicales, cuya base es el sindicato de empresa.

La idea central está en que la facultad de negociar, queda radicada al interior de la empresa. Sistema opuesto a la negociación por área antes existente. En este nuevo sistema, cada empresa va a tener su propio acuerdo colectivo, acorde a las realidades financieras de cada una. Con ello, se pretende no sólo que cada empresa tenga condiciones de trabajo y de remuneración propias de su realidad, de modo que la competitividad sea amplia, pues el precio final de los productos será fijado por cada una de estas unidades económicas, independientemente de la regulación y acuerdos de la competencia.


Las modificaciones que se han realizado a la negociación colectiva durante los distintos gobiernos de la Concertación no han sido profundas, puesto que no implican un cambio en su base ideológica que lo sustenta desde 1979, no obstante que han servido la cartera del Trabajo ministros socialistas. La respuesta a la pregunta del por qué, se puede encontrar en el deseo de mantener el sistema de libre mercado, que por cierto a dado frutos en materia económica. Pensar en elevar el nivel de la negociación colectiva, implicaría que las empresas de un mismo sector nivelarán e igualarían costos de remuneración y por ende, la competitividad perdería fuerza, sobre todo en las empresas que no logran suficientes economías de escala.

Los trabajadores, sin embargo, nunca han aceptado la “atomización” de las organizaciones sindicales y de la negociación colectiva, las que al estar radicas al interior de la empresa, les hace perder poder negociador. Las movilizaciones que se han observado durante este año, con fuertes enfrentamientos y violencia, se producen como expresión de ese desacuerdo profundo de los trabajadores, quienes han llevado a los hechos, aquello que la ley no les concede: negociar por sobre las empresas, por una parte y, por otra, llegar a acuerdos con quien en definitiva percibe el fruto final de los esfuerzos del trabajo, y no los contratistas o subcontratistas.

Hoy nos encontramos en esta disyuntiva fundamental: o se abre en Chile la posibilidad de negociar colectivamente por sobre la empresa, o se mantiene en su interior. Lo fundamental es, primero, dilucidar y acordar el sistema económico que queremos y que conviene a las empresas, a los trabajadores, en el fondo al país, para luego diseñar la estructura sindical y de negociación acorde y coherente con dicho sistema económico. En tanto, resulta obvio que se lleve a cabo el diálogo social que todos aspiramos y esperamos, a fin de dar paliativos que superen los problemas más urgentes de la nación.

domingo, 28 de octubre de 2007

Inflación y Pobreza

En los últimos meses se han percibido IPC altos debido a muchos factores, y pese a que el bajo valor del dólar ha abaratado a los productos importados (como el petróleo) y a todos los bienes y servicios que utilizan materia prima extranjera. El Banco Central había proyectado una inflación cercana al 5,5%, meta difícil de alcanzar, salvo que noviembre o diciembre presenten IPC incluso negativos. Esta situación se ha traducido en que todos, de alguna u otra forma, hemos debido variar nuestra propia canasta de consumo, para no vernos afectado de sobre manera.


Sin embargo, los cambios que hemos debido realizar como consumidores, se ven notoriamente marcados por el ingreso económico de cada familia, puesto que mientras más adinerada es una persona, menos impacto ha tenido la inflación en su consumo. Esta situación, en términos simples, se produce por tres razones: un ingreso alto, permite atenuar el impacto de la inflación, debido a que la familia puede dejar de ahorrar y continuar consumiendo la misma canasta sin ningún tipo de restricciones; adicionalmente, la importancia del aumento en los precios de determinados bienes es pequeña en relación a su ingreso total; y por último, los bienes que más han subido su precio tienen una relevancia menor en su canasta, ya que adquieren una amplia gama de productos, donde sólo algunos han subido de valor. De hecho, los bienes que más han aumentado su precio, tienen una alta importancia en las canastas de las clases más pobres.


Por tal razón, el senador José García, miembro de la Comisión de Hacienda ha reflexionado que el IPC de las clases más pobres, podría ser cercano al 25%. Difícil de saber si realmente es tan alto, pero la inflación de todas maneras ha afectado a los más pobres. Esta situación debería incentivar aún más el diálogo en materia social, la que a mi juicio no debiese centrarse en establecer un salario ético en $250.000 pesos, monto que podría ser más alto o más bajo, sino en cómo la economía, es decir, el país, proporciona oportunidades para que los más pobres puedan progresar. El desarrollo económico de un país, se aprecia mejor en la igualdad de oportunidades de sus ciudadanos, y no en la concentración de la riqueza, la que no permite el fortalecimiento de la paz social, que hoy necesitamos.

viernes, 19 de octubre de 2007

Nación y Familia

En días pasados S.E. la Presidenta de la República visitó oficialmente Italia y el Vaticano, correspondiéndole una audiencia privada con el Papa. Hay que destacar las palabras de la Presidenta, la que, en representación de toda la Nación, agradeció el rol y la acción de la Iglesia Católica en Chile.

Concretamente, la Presidenta hizo presente tres aspectos importantes: en primer lugar, el agradecimiento del pueblo de Chile a la Iglesia, en la persona del Papa, por lo que ésta había hecho y hace en relación al respeto de los derechos fundamentales de las personas en nuestro país; en segundo lugar, personificar esos agradecimientos en quien destacó en esa acción, como fue el Cardenal Raúl Silva Henríquez y, finalmente, la coincidencia entre ambos dignatarios en lo referente a la defensa de la familia.

Estos no son temas menores. Por el contrario, si se los medita, cada uno de ellos tiene una relevancia trascendental. Lo primero, el dar gracias al Pontífice, en nombre de todo un país, por la acción de la Iglesia en defensa de los derechos de las personas. Si bien la Iglesia no necesita agradecimientos ni hizo o hace tal defensa de las personas para que se los agradezcan, constituye una virtud de quien realiza el acto de reconocimiento y de agradecimiento. Si lo hace una Presidente de la República a nombre de toda una Nación, más aún si no es creyente, se puede dimensionar el valor de este gesto, que si bien no era obligación, era necesario hacerlo. Agradecer es siempre bueno.

Lo segundo, valorar una persona de Iglesia, como fue el Cardenal Silva Henríquez y configurar en él ese quehacer relevante y reconocimiento de la Nación, también es un hecho a destacar y a meditar. Es un ejemplo para quienes todavía hoy tienen que trabajar en defensa de los derechos de muchas personas que no les son reconocidos, aún en el Chile de hoy.

En tercer lugar, y no por ello menos relevante, el hecho de reconocer que existe una concordancia entre el Gobierno de Chile y la Iglesia Católica en relación a la defensa de la familia no puede ser algo que deje de ser connotado. La defensa de la familia implica una serie de aspectos y áreas que deben ser analizadas más profundamente, para poder verificar que exista esa coincidencia más allá de lo discursivo. La defensa de la familia se debe traducir en el respeto a la vida, al compromiso del matrimonio, al respeto y acogida a quienes se separan, a la educación y formación valórica, entre otros aspectos fundamentales.

Esta coincidencia de pensamiento así manifestada, deberá concretarse en acciones de gobierno de la más variada índole, inclusive económicas, que efectivamente prioricen a la familia, esta cédula fundamental de la sociedad, más allá de las meras declaraciones. Podemos hablar de cómo un país y una nación progresa en lo económico, pero siempre considerando, que cualquier crecimiento en esta materia, no tiene sentido si no conlleva espacios de desarrollo que hagan de nuestra sociedad, una nación donde se privilegien los principios fundamentales que permitan un verdadero desarrollo.

lunes, 15 de octubre de 2007

Reforma Previsional

La Reforma al Sistema de Pensiones tiene por objeto que los chilenos tengan ingresos más dignos durante su vejez. Para tal efecto, se basa en tres cimientos claves: el primero, de carácter público que garantiza como derecho una pensión básica; el segundo, solidario (abolido en 1981); y el tercero, de capitalización individual, sobre el cual se agrega el Ahorro Provisional Voluntario (APV). Actualmente, la capitalización individual es de un 12,5%, esperando en el largo plazo un incremento, en relación al aumento en la esperanza de vida. Sobre estas ideas, la Reforma implica crear un Sistema de Pensiones Solidarias que permita garantizar una Pensión Básica Solidaria (PBS) del orden de los 60 mil pesos, y que irá en aumento año a año, beneficiando paulatinamente desde los que viven en extrema pobreza hasta cubrir el 60% más pobre de la población con una PBS de 200 mil pesos.


Esta PBS beneficiará principalmente a las mujeres, quienes representan alrededor de 2 de cada 3 adultos mayores, y sobre las cuales se ha planteado en aumentar de 60 a 65 años su edad de jubilación, como una forma de mejorar su situación previsional. Digo mejorar, porque las diferencias de género impiden equiparar ambas pensiones. Sabido es, que las mujeres reciben rentas inferiores a las de los hombres, acceden a trabajos con inferiores rentas, por su condición de madre y trabajadora deben salir y entrar más veces al mercado laboral, generándose “lagunas previsionales”. Si a lo anterior le agregamos una mayor esperanza de vida, las mujeres son candidatas seguras a recibir una Pensión Básica Solidaria. Para compensar las “lagunas previsionales” por maternidad, la Reforma considera un bono especial por cada hijo equivalente a 1,2 salarios mínimos.


Otros dos grupos de chilenos también serían beneficiados: los trabajadores independientes, quienes tendrán los mismos derechos y obligaciones que los dependientes; y los trabajadores jóvenes con ingresos bajo los 1,5 salarios mínimos, quienes gozarán de un subsidio para sus primeros 2 años de cotizaciones, fomentando el empleo juvenil con contratos formales.


La Reforma, además, busca mejorar la rentabilidad de los fondos de pensiones, para lo cual se permitiría a las AFP invertir en el exterior hasta en un 80%, preferentemente en Latinoamérica, promoviendo la integración, y aumentando el alicaído precio de la divisa americana, al tener que comprar dólares para poder invertir en el extranjero.


Si bien, tanto las comisiones de Hacienda y Trabajo del Senado han mostrado su total acuerdo al aspecto solidario de la Reforma, el punto que ha estado en el debate es si las AFP podrían ser filiales de Bancos, generando, para algunos, un eventual conflicto de intereses, debido a que las Instituciones Financieras podrían invertir como AFP en sus propios instrumentos de inversión, y además, concentrando demasiado la industria. De no aprobarse este punto, y Banco Estado sin poder participar en este sector, se está promoviendo la creación de una AFP estatal que apunte a generar mayor competitividad.


Todas estas mejoras permiten augurar que esta Reforma es un paso importante hacia un país más desarrollado, y hacia una sociedad más solidaria.

lunes, 8 de octubre de 2007

Dólar Bajo

El alza en la Tasa de Política Monetaria realizada por el Banco Central hace un mes, como medida para controlar la inflación, ha atraído capitales externos en cuyos orígenes dicha tasa es inferior. Junto a lo anterior, el elevado precio del cobre, del molibdeno, y otras razones largas de detallar han provocado el fortalecimiento del peso, y por ende, la baja en el precio del dólar, divisa que ha llegado a valores cercanos a $500 pesos, y no ha descendido más, porque entre otras cosas, el BancoEstado compró hace unos días atrás gran cantidad de dólares.

Si bien un dólar bajo favorece el precio de las importaciones, donde principalmente destaco el precio de los combustibles, simultáneamente merma la actividad exportadora, puesto que gran cantidad de sus costos son en pesos, costos que han aumentado debido a la inflación, y sus ingresos son en dólares, los cuales han disminuido su valor. En resumen, márgenes cada vez más reducidos. En ese sentido, el actual precio del dólar es similar al de principios de década, por tanto si consideramos el IPC durante este período, el valor nominal del dólar actual ronda los $460 pesos, lo que demuestra de mejor manera el grave problema de rentabilidad que el sector exportador está sobrellevando. No es de extrañar entonces, los reclamos de los exportadores a un rol más activo del Estado para proteger la industria, y los empleos que otorga.

Si el Banco Central disminuye su tasa a fin de elevar el precio del dólar, se dispara la inflación, si compra dólares con pesos, inyectaría más dinero a la economía, aumentando nuevamente la inflación. Entonces, ¿qué puede hacer el Banco Central? Lo contrario a lo que hizo cuando el dólar estaba alto en $750, a fines de 2002, cuando aumentó la oferta de Bonos Reajustables en Dólares. Hoy entonces se podría tomar la medida inversa. ¿Qué puede hacer el Gobierno? En términos simples, liberalizar y así incentivar inversiones chilenas en el exterior, permitiendo por ejemplo, la inversión en el extranjero de las AFP. Medidas que los exportadores, sus proveedores y trabajadores esperan con prontitud.

Bienestar Físico y Económico

Muchas veces, principios básicos de la vida cotidiana, nos pueden ayudar a mejorar las finanzas domésticas. A medida que el verano se aproxima, muchos de nosotros tomamos medidas para reducir nuestro peso corporal. En ese sentido, los especialistas aconsejan que si uno quiere reducir la cantidad de grasas en su organismo, debe gastar más calorías de las que uno come, o bien, ingerir menos calorías. Por ejemplo, si se consume diariamente unas 2.000 calorías, deberá entonces gastar 2.200 a través del ejercicio, o bien, reducir la alimentación en 200 calorías sin aumentar la cantidad de ejercicios. Ese diferencial de 200 calorías, se traducirá en el mediano plazo, en una reducción significativa de su peso corporal, con todos los beneficios que eso aporta a la salud.

Simultáneamente, y en períodos de turbulencias económicas, tal como el Ministro Velasco ha definido el actual escenario económico, las familias debemos ahorrar. Para tal efecto, el mismo principio para adelgazar, lo debemos aplicar de manera inversa. Por ejemplo, si una familia tiene ingresos por $400.000, deberá entonces gastar menos, o bien aumentar su nivel de ingresos. Supongamos una reducción en su nivel de consumo de un 10%, o un aumento en igual proporción de los ingresos, sin variar el nivel de gasto, permitiría ahorrar $40.000 pesos mensuales, los que pueden ser destinados a disminuir su nivel de endeudamiento, o bien, a ser acumulados en algún instrumento de inversión como una libreta de ahorro, un depósito a plazo, o un fondo mutuo, entre muchas otras alternativas. De esta forma, la familia verá mejorada su salud financiera en el mediano plazo.

Estos meses de primavera, y con turbulencias económicas, son un buen motivo para aprender a manejar el principio del ingreso y del gasto, y así lograr un mayor bienestar económico, y un mayor bienestar físico, el que tarde o temprano también produce ahorros, por una disminución en los gastos en salud.

viernes, 5 de octubre de 2007

Cultura de lo Desechable

Dicen que todo cambio es bueno. Pero dentro de las cosas que más stress produce en una persona, está el cambiar de casa. ¡Qué traumático es una mudanza, aún peor cuando la familia perduró por décadas en el mismo domicilio! Surge entonces la necesidad de abrir closets, bodegas, entrepisos y descubrir cosas y objetos de la más variada índole, algunos guardados con el objeto de una eventual futura utilización y otros por el recuerdo que en sí mismo significan. Aparecen por ejemplo, juguetes de personajes irreconocibles por las nuevas generaciones, libros jamás leídos, cassettes con música mal grabada, floppy disk cuyo contenido es imposible averiguar, piezas sueltas de rompecabezas, envases de rollos fotográficos que esperaban algún uso, relojes con pilas oxidadas, etc. Como que antes todo se guardaba, como que se les prolongaba la muerte, como que nada se botaba, ya que todo se podía reutilizar.

Nuestros abuelos compraban loza, manteles, cuchillería, cristalería, todo de reconocidas marcas europeas que hoy son sustituidas por piezas más modernas, de diseños minimalistas, prácticos para el microondas y el lavavajilla. Los vestidos de novias y los trajes se reutilizaban una y otra vez, gracias a la labor de modistas y sastres. Existían zapateros. Las cosas se arreglaban, no se desechaban.

Nuestros padres, lavaban y planchaban nuestros pañales, pañuelos y servilletas. Hoy preferimos lo desechable, ya que son más prácticos, higiénicos y baratos. Cuando nuestros papás cambiaban de auto, cada siete o más años, hasta la radio era desinstalada para ser parte del nuevo. Crecimos con el mismo equipo de música, el fiel refrigerador, y toda la línea blanca perduraba años. ¿Cuánto tiempo duró aquel televisor, que nos brindó mañanas de dibujos animados y “Tardes de Cine” o “Cine en su Casa”? Lo tuvimos que cambiar al pobre, porque los cables del primer VHS ya no permitían conectarlo a la antena, donde también instalamos nuestro primer Atari, que nos acompañó por años. Lo recibimos de regalo en Navidad, con un árbol de pascua y un Pesebre que nos acompañó también por años. Los adornos navideños, eran cuidados de manera extrema: las bolas de colores del árbol, eran de vidrio, por lo que había que tomar medidas extremas para resguardarlas de una Navidad a otra. Crecimos en un entorno que no variaba. Todo lo que nos acompañaba era casi eterno.

Cierto es que los tiempos han cambiado. Sabemos que ningún objeto que nos acompaña, perdurará con nosotros por mucho tiempo. Los artefactos en la cocina durarán 5 años, el televisor cada 4, nuestro auto lo cambiaremos cada 3, nuestro Laptop cada 2 y ojalá nuestro celular alcance a acompañarnos más de doce meses. Las tecnologías se reemplazan rápidamente y los costos de los productos son cada vez más bajos. Esto ha posibilitado la democratización del consumo, ya que más clases sociales pueden alcanzar bienes que antes eran prohibitivos para ellos, y el rápido reemplazo de los productos hace que uno pueda acceder a bienes con más tecnología y mayores prestaciones. Esta nueva forma de consumo, con ciclos de vida de los productos más cortos, implican un cambio en los valores del consumo: de una cultura de lo perdurable, de lo perenne, a una cultura de lo desechable, de lo caduco. El problema, es cuando los valores del consumo, son llevados a otros aspectos de nuestra vida cotidiana. La cultura de lo desechable aplicada, por ejemplo, en nuestras relaciones sociales, en nuestra familia, en todo aquello que implica algún tipo de compromiso perdurable. Como que se generalizó la cultura de lo desechable.

Así como resulta más cómodo reemplazar un refrigerador que ya tiene sus fallas, estamos desechando muchas grandes cosas de nuestra propia vida, porque ni siquiera nos esforzamos en tratar de arreglarlo. Generalizar la cultura de lo desechable, hace que no nos esforcemos por el compromiso, aquello que finalmente da razones y argumento a nuestras propias vidas. Entablar relaciones humanas bajo el punto de vista del consumo, tarde o temprano, nos llevará a sentirnos solos, en una sociedad que requiere personas plenas comprometidas con su familia, con su empresa, y con toda la comunidad en la que estamos y somos.

Presupuesto y Paz Social

Un Presupuesto es un Plan llevado a números. Por tanto permite saber qué es lo que se pretende para el futuro, y la importancia que posee cada aspecto del mismo. En tal sentido, los últimos meses del año se caracterizan en nuestro país por ser un tiempo en que el centro de la noticia económica lo constituye el Presupuesto Nacional. Y esto ocurre, debido a que por disposición constitucional, el Poder Ejecutivo debe enviar al Congreso Nacional su proyecto de Presupuesto General de la Nación, para ser debatido dentro de un plazo pre establecido y así iniciar su aplicación a comienzos del año siguiente.

El tema no es menor, ya que en dicho proyecto se definen los dineros a invertir en todo el ejercicio del año siguiente y todo el país, obviamente, tiene interés en que los proyectos de desarrollo y de crecimiento tengan financiamiento, como también, es el momento en que se define cuánto se invierte en aspectos trascendentales para la sociedad.

El propio Ministro de Hacienda ha señalado que tres son los aspectos fundamentales en que se hará un aumento de inversión o de gasto público: salud, educación y seguridad ciudadana, otorgando énfasis en lo que se ha dado en llamar “gasto social”. Debemos destacar lo positivo de este anuncio, toda vez que es plenamente coherente con el llamado que la propia Iglesia ha realizado en orden a terminar con la inequidad, con la poca adecuada distribución de la riqueza y con la desigualdad en el acceso a mejores condiciones de vida en el país. La Iglesia ha sugerido un debate y un diálogo social, en materias que inciden en el actual estado de inequidad en que muchos compatriotas se encuentran, de modo que incrementar el gasto social en el Presupuesto General de la Nación, aparece muy coherente y de acuerdo a este llamado pastoral. Incrementar la inversión en salud, aumentar el financiamiento en la educación, son dos pilares fundamentales para la obtención de los propósitos antes señalados. En lo que respecta a la seguridad ciudadana, que también es importante, se anunció un aumento en la dotación de policías y de medios que éstas deben contar para reducir la delincuencia.

Respecto a esta última materia, debemos tener en claro que la delincuencia no se supera o la seguridad ciudadana no se alcanza sólo, o exclusivamente, con una ofensiva o una actividad mayor policial, sino con la superación de las causas que la motiva, como son la cesantía, la pobreza y la falta de acceso a la educación, entre otras. De modo que el mayor énfasis deberá necesariamente darse en la derrota de las causas que provocan la delincuencia, más que en la sola represión de la misma.

En tal sentido, esperamos que el nuevo Presupuesto que se apruebe colabore con la superación de estas causas, las que sumadas a la inversión en emprendimiento e innovación, permiten un desarrollo económico nacional, basado en principios sólidos que permiten construir un país más desarrollado, y una sociedad más solidaria, puesto que el desarrollo económico es inalcanzable sin la paz social.

lunes, 1 de octubre de 2007

Moraleja Farandulera

Curioso es oír que nadie lee revistas o ve programas de televisión sobre la “farándula”. Esto, porque los medios de comunicación saben que mientras más espacio dedican a este tema, mayor será la audiencia o la lectura de ellos. Personalmente, tengo poco tiempo como para consumir este tipo de “noticias”. Sin embargo, hace unos días tomé una revista sobre “farándula” a fin de hacer tiempo en la consulta de un médico, como buen “paciente” que uno debe ser.

Leí una entrevista que le realizaron a la cantante Ana Gabriel. Muchas respuestas obvias, muchas frases sin valor agregado. Hasta que el periodista le pregunta: “¿Por qué te gusta cantar?”. Ana Gabriel respondió: “Porque me gusta sentir que me hacen cariño”. Creo que es una de las respuestas más interesantes que he leído en entrevistas a cantantes, actores, modelos, futbolistas, animadores, etc.

Efectivamente todos trabajamos por algo. Esperamos algo a cambio. En muchas ocasiones, esperamos una retribución económica a nuestra labor. Pero muchas veces, esa retribución no alcanza a cubrir nuestro esfuerzo y compromiso por lo que uno hace. Ahí es donde radica la validez de la respuesta de Ana Gabriel: muchas veces lo que un trabajador espera, es que su superior le diga que lo está haciendo bien, y que siga así, que lo felicite, que le señale que su desempeño es importante para el funcionamiento de la empresa y para el logro de los objetivos del negocio. Sentir que “nos hacen cariño”, es sentir que uno es valioso, que aporta, y desde luego que incentiva. Muchos empleadores no saben cómo motivar a sus trabajadores, desconocen cómo mejorar un adverso clima organizacional, y la respuesta es sencilla: demostrar aprecio a aquéllos que se dan por completo para que el objetivo en común se logre. El dinero motiva y no lo pongo en duda, pero el compromiso y la lealtad honesta se logran con cariño. Demostrar buen afecto, es el principio de un efectivo liderazgo.

viernes, 28 de septiembre de 2007

Ser un buen Colaborador

Si bien en el mundo de la empresa y los negocios hay que aprender a ser un buen líder, dicho aprendizaje parte por aprender primero cómo ser un buen colaborador. Como no hay cursos para ello, uno generalmente basa su estilo de colaboración asumiendo cómo le gustaría que uno de sus subalternos fuera con uno. En función de aquello, uno puede establecer cuatro fundamentos esenciales en la relación que uno debe establecer con su autoridad, a fin de ser realmente un buen colaborador.

1) En primer lugar, uno debe presentar a su jefe de la manera más simple y selectiva los problemas que debe resolver, ojalá con alternativas de solución efectivas, sin temor a que la opinión de uno contradiga la del superior o pueda ser ignorada por éste. Eso sucede, por ejemplo, en el caso de Sancho Panza, reflejo de la máxima cotidianidad, quien con sus refranes y cultura popular acompaña los pasos de un guía, el insensatamente sabio don Quijote de la Mancha, siendo incapaz de contradecirlo, por ejemplo, al apreciar la real “belleza” de Dulcinea del Toboso, llevándole el amén permanentemente.

2) También debe ayudar a su superior a decidir adecuadamente en función de los objetivos del negocio, y no del propio. El opuesto a este estilo, lo apreciamos en el Lazarillo de Tormes, quien representa al subordinado pícaro y astuto, a quien lo motiva sus propios intereses, y su compromiso se centra más en sus necesidades que en los objetivos comunes. Al igual que el personaje, este tipo de trabajador cae en el cinismo y a veces en el mal uso de los recursos de la empresa, a causa de su inmoralidad. Quizás debido a su ignorancia y a sus pesares, uno puede lograr simpatía por el Lazarillo, pero en el lugar del ciego y con plena información de los actos, cualquiera de nosotros lo despediría.

3) Debe ser capaz, además, de responder todas las preguntas a su jefe, relacionadas con el negocio y de las cuales uno posea respuesta, incluso aquéllas que merecen una contestación incómoda para él. Esto lo podemos apreciar en Bertuccio, mayordomo de Edmond Dantès, también conocido como el Conde de Montecristo. Subalterno y superior, caen en una eventual demencia, quizás por aquello se justifica que el empleado no detenga en sus malandanzas al Conde, quien un día le dice a su mayordomo: “Uno de los dos debe estar loco”. El subalterno con elegancia respondió “El señor no iba a contratar a un mayordomo demente”.

4) Por último, cuando su jefe le pregunte algo, uno debe responder con mucha seguridad, con información procesada, apoyada en datos, con opiniones propias y argumentadas, ya que su superior no tiene por qué saber de todo, y menos ser experto en lo que usted sí lo es. Por tanto, no hay que ser como Tomás Rodaja, quien fue hechizado por no corresponder a un amor, transformándose en un desquiciado que asumía ser de vidrio, tildándose de Licenciado Vidriera, capaz de dar las más insólitas respuestas a los habitantes del pueblo, con temor a romperse por su supuesta fragilidad. El no ser capaz de decirle a un superior cuando éste se equivoca es cobardía, por miedo a su propia debilidad, como la del joven Werther, quien ni siquiera logra afrontar su lasitud en el plano personal.

Es que el mejor colaborador es aquél que hace su trabajo de manera efectiva y con iniciativa, soluciona los problemas que enfrenta, colabora con las decisiones según los objetivos corporativos, y es sincero y profesional en su papel de subalterno. En síntesis, hay que ser leal con su jefe. Lealtad no sólo cuando el escenario sea favorable, puesto que cuando uno comete un error debe reconocer su grado de responsabilidad, y no simplemente responsabilizar a toda la empresa, afirmando sobre un error que “Fuenteovejuna fue”.

Turbulencias y Golondrinas

Actualmente nos enfrentamos a un escenario económico complejo, donde podemos apreciar que el dólar se mantiene bajo, perjudicando a todas las empresas exportadoras, y por supuesto, a las más sensibles como son las PyMes. Tenemos dos hechos muy relevantes en nuestra economía. Por una parte, el elevado precio del cobre, y por otra, el alza en la tasa de interés del Banco Central. El elevado precio del cobre implica un aumento de dólares en nuestro país, y el alza en la tasa de interés, se traduce en la llegada de capitales extranjeros, llamados “capitales golondrinas”, que aprovechan la oportunidad de mejorar sus retornos, dado que nuestro país ofrece tasas de interés más altos que sus economías de origen. Ambos hechos han provocado un aumento en el ingreso de dólares a nuestra economía, disminuyendo entonces el precio del dólar.

Al disminuir el precio del dólar, los exportadores ven una baja en sus márgenes de utilidad al tratar de competir en el mercado externo, ya que no pueden subir el precio en dólares de sus mercancías, y por tanto, se hace poco atractivo el exportar. Lo contrario sucede con los productos importados, los que han disminuido su valor. El caso más emblemático en estos momentos, lo podemos apreciar en el precio de los combustibles, ya que pese a que el precio del petróleo ha aumentado, dada la baja en el dólar, el precio de los combustibles no se ha elevado en igual proporción.

Para solucionar el problema, el Banco Central puede realizar dos estrategias: bajar la tasa de interés o comprar dólares, pero cualquiera de estas medidas implicarían un aumento en la inflación, que es lo que el Instituto Emisor está tratando de reducir. En resumidas cuentas, la autoridad está atada de manos.

Frente a este escenario, el exportador podría resguardarse a través de seguros, pero elevaría sus costos perjudicando aún más su margen. Por tanto, la mejor recomendación para ellos, es tratar de optimizar su producción, disminuyendo sus costos productivos, por ejemplo, a través de la adquisición de materia prima o maquinaria importada, que con el dólar bajo, posee precios más competitivos y accesibles.

En el horizonte 2008, podemos augurar un dólar aún más bajo, ya que se espera que la Libra de Cobre alcance los US$ 4 durante el próximo año. Se espera además, que Estados Unidos baje su tasa de interés, incentivando aún más los “capitales golondrinas”. Adicionalmente, el Fondo Monetario Internacional prevé una crisis financiera de largo alcance en su "Informe de estabilidad financiera mundial”, producto del problema crediticio inmobiliario americano. Por tanto, no es de extrañar que el Ministro Velasco afirme que nos enfrentamos a un período de turbulencias producto del escenario económico. Frente a ello, mejor postergar el consumo a través de créditos, y así, mantenerse con los cinturones de seguridad puestos en caso de turbulencias mayores. Nuevamente el consumo responsable nos permitiría un vuelo más tranquilo.

lunes, 24 de septiembre de 2007

Turismo y Restaurantes

Si queremos hacer de nuestras comunas de Valparaíso, Viña del Mar y Concón, ciudades atractivas para el turismo internacional, es fundamental ofrecer a los visitantes servicios acordes a lo que ellos requieren. Uno de los más importantes se refiere a la alimentación, es decir, a toda la oferta gastronómica que la zona ofrece a través de sus restaurantes. En tal sentido, es importante destacar que existen diferentes tipos de turistas. Algunos, de presupuesto restringido, pueden satisfacer su demanda en una amplia gama de pequeños restaurantes que nuestras ciudades albergan. Sin embargo, existen otros, con mayor capacidad adquisitiva y más exigentes, que no logran satisfacerse plenamente.

Si bien existen muchos restaurantes de categoría en nuestras ciudades, éstos no consideran estándares internacionales en su servicio. No basta con ofrecer platos finos con ingredientes típicos de nuestro país, sino que debe ofrecerse un servicio propio del nivel internacional de este público. En tal sentido, los restaurantes de la zona deben agregar más valor a su servicio, tales como ofrecer carta en español, destacando los ingredientes principales en inglés, o bien generando una carta especialmente para el público anglosajón; deben poseer una carta con precios, para quien la pide, y otra sin ellos para los acompañantes; el listado de platos a ofrecer, debiese considerar en cada apartado una opción baja en calorías, y otra para público de opción vegetariana; junto al precio en Pesos, debiese incorporarse una columna con los valores en Dólares; el mesero debiese “asesorar” al comensal, más que “anotar el pedido”, y así muchos otros detalles a mejorar que permitan satisfacer requerimientos más exigentes.

Si no logramos incentivar el turismo de alto nivel, deberemos conformarnos sólo con recibir turistas de poder adquisitivo medio y bajo, que poco margen generan en los restaurantes, y por ende, en toda la oferta de servicios turísticos que como zona poseemos. Mientras más amplia sea la oferta de servicios, más diversificado será nuestra industria turística, permitiendo así satisfacer a todo a quien que decida conocernos. De esta forma podremos decir, “¡Y verás como quieren en Chile, al amigo cuando es forastero!”, y además, generar más ingresos y más empleos en nuestras comunas.

martes, 11 de septiembre de 2007

Consumo Responsable

Una campaña publicitaria de una tarjeta de crédito promueve el endeudamiento con la afirmación: “Porque la vida es ahora”. Pero pensar que la vida es ahora y que no existe futuro es casi una invitación explícita a vivir la vida con desenfreno. En tal sentido, somos parte de una sociedad donde el desperdicio del tiempo es mal visto, el ocio griego o la contemplación agustiniana son considerados tiempos perdidos, por lo que todos debemos vivir intensamente cada momento, con simultaneidad y ubicuidad. Para esto, consumimos equipos de teléfonos celulares o móviles, tecnologías bluetooth, chat, autos más veloces, y todo aquello que nos sirva para aprovechar la vida en cada uno de sus minutos, adelantándonos incluso a nuestro propio ritmo. Esta ansiedad por vivir intensamente, genera el “hay que hacer cosas y pasarlo bien”, y a veces en extremo. El tener que “hacer cosas y pasarlo bien” implica, por ejemplo, el que cada vez que pensamos o planificamos alguna fiesta o celebración, debemos, en virtud del desenfreno, “tirar la casa por la ventana”, endeudándonos y castigando nuestra propia capacidad de consumo futuro. Por ejemplo, ante las Fiestas Patrias se siente la ansiedad por el disfrute, expresado en consumos, en ocasiones más allá del presupuesto familiar, de alimentos, bebidas, paquetes turísticos, entre muchos otros. Como si el que celebra con excesos es más patriótico que el que lo hace responsablemente. Esto acontece, porque vivimos en tiempos donde se confunde un mayor consumo con más felicidad. Y es todo lo contrario. Un consumo responsable conlleva a la tranquilidad de no desperdiciar dinero que no tenemos.

Un consumo responsable se centra en un consumo ético y solidario, y no en un consumo por el consumo, y tiene además, un impacto en el bienestar colectivo, ya que nos aleja de la búsqueda de la felicidad material, y nos concentra en la exploración de nuestra propia tranquilidad individual y de nuestra propia calma colectiva. Este cambio de actitud es el que nos propicia una relación sana con nuestro propio ambiente, con nuestra ecología, y con nosotros mismos, con nuestra propia biología. Entonces dejaremos espacio para disfrutar de nuestra propia existencia y de la de todos.

Deberemos entonces aprender y educar en torno al consumo, ya que una manera responsable de consumir es un activo fundamental para una vida responsable. Porque más consumo no nos hace más felices, sino más intranquilos. Es que la felicidad que anhelamos es la tranquilidad que fácilmente podemos encontrar en una vida responsable. Un consumo irresponsable siempre conllevará la codicia de aspirar a poseer aquello que no tenemos y a ser aquello que no somos. Y de esa forma perdemos tranquilidad. Así es la vida, lo irrelevante hoy se nos impone lamentablemente, desperdiciando lo esencial, aquello que en el tiempo será inventariado como registro vivo de un pasado y de una vida que nos demuestra cuan feliz fuimos sin siquiera habernos enterado.

domingo, 9 de septiembre de 2007

Merecido Sándwich

De manera muy rápida y eficiente se aprobó en el Congreso que este lunes 17 de septiembre fuese feriado a fin de no interrumpir las celebraciones de Fiestas Patrias, implicando pérdidas en la producción, según el Instituto Libertad y Desarrollo, por 270 millones de dólares. Por otra parte, SERNATUR afirma que un feriado de esta magnitud alentará a la industria turística, la cual tiene positiva influencia en varios sectores de la economía y en el nivel de empleo.

Pero analicemos la situación real. El presupuesto de cada familia es restringido y limitado, por tanto cada una asigna un monto total para ser gastado durante estas fiestas, y como éstas se extienden por un día más, el mismo monto se distribuye entre más jornadas. Por tanto el consumo, en términos de demanda, no aumenta. El pequeño empresario dieciochero verá aumentar parte de sus costos aproximadamente en un 20% por abrir un día más, y verá distribuidos los mismos ingresos durante más días, disminuyendo claramente el margen. Lo positivo para la Quinta Región, es que al prolongarse los días feriados a 5, las probabilidades de que las personas se trasladen a nuestra zona son mayores, mejorando los ingresos por un aumento en el número de personas que consumen.

Independiente del análisis macroeconómico y microeconómico que uno puede hacer, considero que a este Gobierno le ha faltado lo que más expectativas generó, ya que en medio de un modelo económico que tiene a diferentes sectores sociales agobiados, con decisiones que no han considerado el bienestar general (Transantiago por dar un ejemplo), preocuparse más de la tranquilidad y felicidad de la nación es la promesa aún no cumplida. Quizás como país pobre no nos podemos dar un lujo de “flojear” un día más, pero creo que aún así, como nación abrumada, nos merecemos destinar un día más a la recreación y al desarrollo familiar y personal. ¿Podemos cuantificar los beneficios que eso trae? Sin lugar a dudas debe ser mayor que esos 270 millones de dólares que no percibiremos. No hay que olvidar que la economía debe estar al servicio de la persona y no al revés. Como que a veces se nos olvida.

Economía en la Economía

La contingencia económica del país se percibe como compleja, pese a estar apoyada en fundamentos sólidos. Se ha apreciado un aumento en la inflación, la que es medida por los altos IPC de los últimos meses, que se traducen en un aumento en la UF en igual porcentaje. Incluso el Banco Central corrigió su pronóstico del IPC para este año de un 2,8% a un 5,5%. Esta inflación se explica principalmente por dos razones: la primera, una expansión en el consumo del 7,5% lo que produce un exceso de demanda que alza los precios, y la segunda, un aumento en los precios de determinados productos debido a su escasez de oferta, como es el caso de la energía, del maíz, del trigo, de la leche y de las verduras y frutas. En tal sentido, se espera que el precio de aquéllas disminuya en los próximos meses, lo que se compensaría por las alzas en las tarifas eléctricas, ya que existen fuertes restricciones de gas natural y escasez de recursos hídricos. A fin de controlar la inflación, el Banco Central a mediados de año subió su tasa de política monetaria, y se espera que durante la próxima semana, la aumente nuevamente a 5,75%, sin descartar un nuevo aumento para noviembre (6%). Con esto, el organismo desincentiva el consumo de las familias, puesto que los créditos financieros (bancarios, multitiendas, etc.) aumentan su tasa de interés, o mejor dicho, el precio del préstamo.

Sin embargo, se espera que el crecimiento económico (PIB) crezca incluso en torno al 6%, en lugar a lo pronosticado (5,5%). Esto debido a la disminución en el desempleo, que debería fomentar el consumo privado, y éste potenciar la inversión de las empresas, logrando así el equilibrio económico.

En este escenario, cada persona debe actuar según su situación económica. Las familias de clase media-alta y alta deben privilegiar, para inversiones de corto plazo, los depósitos bancarios en UF, ya que las tasas de interés subirán, y el IPC también, y cualquier depósito en pesos puede desvalorizar el capital invertido. Para sus inversiones de mediano y largo plazo, deberán optar por el mercado accionario o fondos mutuos en mercados emergentes (Chile, Latinoamérica, algunos países del sudeste asiático y Europa del este), los que pese a la volatilidad, serán más rentables en tales plazos.

Las familias de clase media que están pensando en adquirir una propiedad a través de un crédito hipotecario la deberán comprar cuanto antes, ya que las tasas subirán. Mientras que si ya están pagando un crédito, verán aumentados sus dividendos, debiendo realizar ajustes en el consumo de otros bienes, a fin de mantenerse dentro del presupuesto, ya que cualquier crédito al cual accedan tendrá un precio mayor, por el alza en la tasa de interés. Por último, las clases socioeconómicas bajas, deben evitar los créditos, y reajustar su consumo en función de los nuevos precios.

Como conclusión, cada familia debe modificar sus hábitos de consumo y ahorro, privilegiando un consumo responsable, que nos permite vivir más tranquilos.

Alto IPC en julio

El IPC de 1,1% en el mes de julio fue sin duda mayor de lo esperado. De hecho el mayor en 16 años.

La explicación viene por el lado del alza en el grupo de los alimentos (3%) y transporte (1,1%). Es probable que el sector siga mostrando alzas los próximos meses (tradicionalmente con IPC altos) por los nocivos efectos de las heladas en la producción agrícola. Con una inflación alta, cae fuertemente el poder adquisitivo de las familias y se le introduce presión al Banco Central para futuras alzas en la tasa de instancia, pues si la inflación se desbanda, luego es muy difícil controlarla. Por otro lado, alzas apresuradas a la tasa rectora le pueden imponer un freno innecesario a la economía y provocar un daño en el empleo. Elevar dicha tasa tiene por objeto controlar el consumo, a fin de desincentivar la compra de bienes y servicios generando un exceso de oferta y así bajando los precios para que el mercado siga en equilibrio. Sin embargo queda un amplio espacio para modificaciones a la tasa de instancia, actualmente esta en 5,25 y el Banco Central de Chile la estima en 5,80 a fin de año. No obstante ello, en Estados Unidos algunos analistas proyectan un mantenimiento en la tasa rectora americana, mientras que otros apuestan por una baja. El problema es que tendría efectos en el tipo de cambio (apreciación), lo que repercutiría de forma negativa en nuestras exportaciones.

Sin lugar a dudas, las familias se ven afectadas por este IPC alto, tanto por el elevado precio de los productos en alza, así como el aumento de los precios de los bienes y servicios que los utilizan como materia prima. Si las empresas no suben los precios de dichos productos, ven mermados sus márgenes de utilidad, por lo que traspasan el costo al precio final, repercutiendo en el consumo de todos nosotros.

Adicionalmente, todos aquellos endeudados en UF, sean las familias, sean las empresas, verán un aumento de dicha deuda. Por ejemplo, los que pagan dividendos verán aumentar las cuotas de los próximos períodos. Sin embargo, hay que entender, que aunque el IPC es elevado, corresponde a una política económica seria, y no demagógica por parte de las autoridades económicas, ya que otras alternativas podrían ser mucho más perjudiciales para todos. Por último, no se le puede culpar al Gobierno de turno por las heladas u otras catástrofes naturales que siempre pueden suceder, pero que no dañan la estabilidad económica de nuestro país.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Chica, Pobre y Abierta

Chile, bajo el punto de vista económico, se puede definir en tres conceptos: chico, pobre y abierto. Es chico, porque su producción y su mercado son limitados y reducidos. Nuestra capacidad productiva representa una mínima parte de la producción mundial, y nuestra población es pequeña, y no es lo suficientemente interesante bajo criterios de poder adquisitivo. Es pobre, porque nuestra población que vive en condiciones de pobreza es significativa, y nuestro Presupuesto Nacional debe tratar de distribuir escasos recursos en múltiples necesidades. Por último, bajo el punto de vista económico, Chile es un país abierto ya que la rebaja arancelaria por una parte, y los múltiples tratados de libre comercio por otra, hacen que nuestra dependencia con el mundo sea alta.


Si esta caracterización a nivel país la llevamos a nuestra Región, podríamos definirla como chica, pobre y abierta. De hecho, en términos comparativos, somos muchos más chicos, mucho más pobres y mucho más abiertos que el país en su conjunto. La Región de Valparaíso es chica porque posee cerca del 10% de la población nacional y produce alrededor del 8% del PIB Nacional (porcentaje que decrece año a año). Es pobre, porque el nivel de desempleo es mayor en nuestra zona que el promedio a nivel país, el ingreso per cápita regional es inferior al nacional en alrededor de un 20%, y el porcentaje de personas en situación de pobreza es un punto porcentual sobre el promedio nacional. Y es más abierta, porque no sólo intercambia bienes y servicios con otros países (destaco Hierro y Cobre con el 60% de nuestras exportaciones como Región), sino que además intercambia bienes y servicios, sin ningún tipo de barreras arancelarias y paraarancelarias, con el resto de las regiones de Chile.


Dada esta situación, nuestro principal desafío como Región es fomentar el emprendimiento y la innovación en aquellas áreas que agreguen mayor valor económico, para de esta forma aumentar el margen financiero en lo que hacemos, y así entonces, requerir una fuerza laboral más capacitada que les permita una remuneración mayor a los que habitamos esta Región. Ser una Región abierta es lo que se requiere, ser chicos es una característica inherente a nuestra condición de ser parte de algo, pero ser pobre, es una situación que merece ser solucionada de manera expedita y permanente. Y de esto debemos hacernos responsable.

domingo, 19 de agosto de 2007

Cooperando con el Turismo y el Ocio

Los mejores negocios son aquéllos donde todos los que participan efectivamente ganan. Si uno de los participantes es el favorecido, el otro tratará de hacer todo aquello posible con tal de que el primero no gane. Por eso, en el ámbito de la empresa, en ocasiones la mejor estrategia es buscar que todos los partícipes de una industria determinada busquen maximizar sus objetivos, en virtud de la “cooperación” y no de la “competición”.

En tal sentido, lo está realizando la Dirección de Turismo de la Municipalidad de Viña del Mar me parece adecuado principalmente por dos razones. La primera, en buscar una alianza con comunas vecinas como Valparaíso y Casablanca a fin de encontrar una estrategia que busque promover e integrar tales ciudades en un plan comunicacional común. En segundo lugar, el divulgar y difundir el concepto de que el turismo lo hacemos todos los habitantes y empresas de cada una de las zonas turísticas involucradas. Efectivamente, no se logra nada si la infraestructura turística o de ocio es la adecuada, si no disponemos de habitantes capaces de cooperar con el turismo desde sus diferentes roles. El conductor de Victorias, el mesero de un restaurant, el vendedor de diarios, el dependiente de una tienda de ropas, el taxista, el vendedor de artesanías, e incluso, el ciudadano común que con paciencia explica al turista cómo llegar a un determinado lugar, o bien el conductor que, con empatía, no toca la bocina cuando un auto de patente extranjera maneja lento o comete una infracción propia de su inexperiencia en nuestras calles.

Es que si no logramos entender que todos nos vemos beneficiados con el turismo, difícilmente conseguiremos convertirnos en comunas dichosas y virtuosas de recibir turistas, que esperan obtener en nuestras tierras, no sólo fotografías que hoy pueden ver por Internet, sino una experiencia digna de recordar y divulgar en sus propios países de origen, contribuyendo a convocar a un número mayor de turistas para nuestras ciudades, para nuestros comercios, para nuestras empresas. Por lo mismo, todos tenemos el deber de cooperar con el turismo, si queremos vernos favorecidos con el gran negocio del ocio y del turismo.

viernes, 17 de agosto de 2007

Escenarios Volátiles

Esta semana se ha hablado mucho de la volatilidad de los mercados financieros y cómo éstos afectan a todos los chilenos que tienen acciones de empresas que transan en la bolsa, fondos mutuos de renta variable, cuentas de tipo A, B e incluso C de las AFP. Claro es que, mientras los mercados se comporten con altas probabilidades de cambios bruscos en los precios de los valores a transar, el riesgo para el poseedor de dichos títulos es alto. No así las inversiones en renta fija, cuya rentabilidad está asegurada desde el principio.

Entonces, se podría pensar que siempre es conveniente la renta fija en escenarios volátiles como el que vivimos, pero esto no es así. Todo dependerá del horizonte de planificación de la inversión, puesto que si buscas rentabilidad en el largo plazo, siempre convendrá la renta variable, por muy volátil que sea el escenario presente.

Sucede lo mismo en tus relaciones de pareja. Puedes conocer en tu juventud una hermosa mujer, con la cual tener una experiencia, cuyo resultado puede ser absolutamente impredecible. Quizás la pases muy bien con ella, o en una de esas es bipolar, o simplemente te produzca algunos perjuicios. Sin embargo, a la hora de enamorarte y contraer matrimonio buscarás una mujer que te llene por completo, en todos los ámbitos de tu persona, con la cual puedan plantear un proyecto de vida juntos, una familia. Hay que entender, que de todas maneras esta relación estable pasará por algunos momentos ingratos o volátiles, pero que servirán para fortalecer el matrimonio, siempre y cuando tengan la capacidad de entender que lo importante es la satisfacción promedio de dicha relación en el largo plazo, pues es en el futuro, cuando podrás darte cuenta lo satisfactorio que es el haber tomado una buena decisión, cuando ya se encuentren en la vejez.

Lo mismo sucede en el ámbito de las inversiones. No hay que dejarse llevar por los escenarios volátiles y tomar decisiones que afecten tu futuro. Si se piensa en invertir con un horizonte de corto plazo en escenarios cambiantes, lo más probable es que la rentabilidad variable sea o muy alta o muy baja, como aquella aventura de juventud, pero cuando piensas en el largo plazo, siempre la renta variable te podrá mostrar lo bello que es invertir, pensando que una volatilidad siempre es pasajera, y que tu proyecto de inversión es al largo plazo, como aquella relación sentimental que has de encontrar para sentirte realmente pleno.

Aprendiendo en Chitita

Recientemente fui invitado a ver la reconstrucción de la Iglesia de la Virgen del Carmen de Chitita, templo con 400 años de historia, dañado hace unos años por el terremoto que afectó el norte de nuestro país. Chitita es un caserío altiplánico perteneciente a la comuna de Camarones, ubicado a unos 140 kilómetros de Arica.

Al llegar al lugar, buscamos a una vecina encargada de la Iglesia. Era una señora de más de 70 años. Su nombre Telma Linares. Nos contaba, que ella vivía en dicha localidad desde que se casó, hace casi 50 años. “La luna de miel ya venía en camino” acotó. Su vida giraba en torno a sus tunas, tumbos, papayos, etc. Además, la chacra contaba con conejos, cabras, ovejas y cerdos. Todos ellos con su respectivo nombre, como el conejo Candi por la Virgen de la Candelaria, y la oveja Tío Moncho. Su alimentación se basaba casi únicamente en su propia producción. En Chitita tampoco hay teléfono, y la señora Telma no podía tener celular porque no existe cobertura. Gracias a un generador eléctrico que se enciende por 2 horas, todas las noches con algunas de sus vecinas se reúnen a ver películas VHS de “cowboys” y de Joselito. Le pregunté entonces sobre qué cosa de la ciudad le gustaría tener. “¡Luz eléctrica para tener un refrigerador y así poder mantener por más tiempo la carne y la margarina! ¿Para qué quiero más? Así estoy tranquila”. De hecho, al día siguiente iba a almorzar a Tío Moncho, y deberá compartirlo con sus vecinos solidariamente a fin de que no se dañe la carne. La señora Telma, así como muchos del Chile rural son una enseñanza de tranquilidad y de consumo. Quizás, ayudados por estar ajenos a la mayoría de los mercados de bienes y servicios, entre ellos, los financieros.

En nuestro Chile urbano las familias chilenas están endeudadas en 7 veces su sueldo, y los estudiantes poseen créditos sin siquiera percibir remuneración. Creo que es fundamental que las familias logren comprender que, si bien el consumo no es perjudicial, éste debe ser realizado de manera responsable, acorde a la realidad presupuestaria de cada uno. Endeudarse para comprar o renovar bienes y servicios no necesarios sólo perjudica las finanzas domésticas. Por lo mismo, creo que es fundamental aprender de realidades muy diferentes a la del consumismo, a fin de modificar la conducta de endeudamiento hacia una vida más austera, la que conlleva hacia una mayor tranquilidad.


Políticas para tomar el té

Mucho interés me produjo la publicación de extractos de los escritos personales de Ronald Regan. Cuenta Reagan que durante una visita del Príncipe Carlos a la Casa Blanca, el personal de servicio le sirvió té a tal distinguida visita, la cual sostuvo con su mano la taza durante varios minutos sin probar la infusión, mientras conversaba un tema de mutuo interés. Reagan observó que el Príncipe reiteradamente miraba la taza sin beber sorbo alguno. Al rato, el Príncipe Carlos dejó la taza sobre una mesa sin siquiera haber probado el té. El Presidente se percató de un pequeño detalle: habían servido té en bolsa, y ésta no había sido retirada por el personal. Tras la reunión, en un momento ya más relajado, el Presidente Reagan se disculpó por la falta protocolar de servir té con la bolsa. El Príncipe Carlos le respondió: “No se preocupe, lo que me sucedió es que no supe qué se debía hacer”.

Si bien es práctico servir té en bolsa y no en hojas, considero que es de mal gusto servir té con la bolsa remojada en su interior, ya que el acto de estrangular la bolsa con el hilo, girando la cuchara, a fin de secarla para que no moje el platillo, y así la taza no gotee al levantarla, me parece un acto ajeno a un esteta. Pues bien, podría dar múltiples ejemplos de actos poco refinados y primorosos, tales como cortar con un cuchillo los espaguetis, servir el oporto en vaso de cognac, apilar los platos al retirarlos, etc. Pero la reflexión no hay que concentrarla en la falta protocolar, sino en la carencia de reacción del eventual monarca. Como no estaba definido qué hacer en tal escenario, el protocolo invita, ante la duda, la opción de la abstención.

Un protocolo es un conjunto de políticas, reglas y procedimientos, es decir, directrices definidas y conocidas que permiten tomar decisiones en establecidas circunstancias con determinados recursos. Por lo tanto, las políticas y las reglas encauzan, canalizan, guían y ordenan. Por ejemplo, una política de educación y caballerosidad indica que ante una puerta, el varón debe abrirla y conceder el paso a la mujer, mientras que cuando se sube una escalera, es el hombre quien debe subir primero, a fin de no incomodarla con la baja mirada.

En el ámbito de la empresa, el actuar ante muchas interrogantes debe establecerse bajo definidas políticas, reglas y procedimientos. Lo más probable es que las microempresas no requieran tal refinamiento organizativo en todo su accionar, pero a medida que crece la compañía, un marco sobre las actuaciones de sus integrantes se hace imprescindible. Ya en aquéllas de tamaño medio, se necesitarán políticas y normas que permitan el adecuado funcionamiento de éstas. No poseer políticas o reglas, se traduce en no saber qué hacer en determinadas circunstancias, es carecer de un definido protocolo, y el actuar improvisado se traducirá en un conjunto de decisiones poco coherentes, donde el empleado de “mejor llegada” al superior y la funcionaria más coqueta, tendrán ciertos privilegios que el resto perjudicado, los obsecuentes, no poseen y quedan resignados al olvido. Claro está, que un extremo orden al interior del quehacer empresarial puede traducirse en un síntoma de una manía y prurito contraproducente. Sin embargo, el desorden por falta de políticas causa perjuicios en el clima organizacional, y en los miembros de la empresa, que con impotencia y molestia, visualizan la incoherencia en las decisiones, sin tener el poder para rectificarlas.

Toda empresa se puede ordenar, ya que si ésta existe, es porque su operación posee algún propósito útil y de valor, luego las cosas se hacen, desordenadas pero ocurren. Si se registra lo consuetudinario, lo más probable es que parte de las políticas y reglas sean conocidas por todos, aunque nunca se hayan escrito, siquiera conversadas. Para el resto de decisiones, aquéllas que caen en el espacio carente de directrices, se requerirá de la prudencia y la probidad como claves en el actuar de los colaboradores.

Una política debe responder siempre a una razón justificada y no a un apuro innecesario, que por aprovechar una oportunidad de negocio de corto plazo, genere un impacto en la estructura de recursos humanos que denote el actuar sin pensar lo suficiente, que se basa sólo en el hecho que lo rentable de hoy, justifica el descalabro eventualmente corregible de mañana. No tener políticas ni reglas desordena, afecta, dispersa, y confunde. Quizás sea síntoma que el éxito de la empresa responde sólo al crecimiento del mercado, y no a las capacidades organizativas del equipo directivo. Pues en este caso, cuando la bonanza se aleje, la incapacidad administrativa conducirá a la organización al triste destino que impone el desacierto, el desorden del actuar improvisado, a la parálisis de no saber qué hacer con la bolsa del té.

domingo, 5 de agosto de 2007

Del Índice al Pulgar

Hace unas semanas atrás, viajé a Sao Paulo ha visitar su Museo de Arte (MASP), muy cercano a la Escuela de Negocios de la Fundación Getulio Vargas. Como exposición temporal, se encontraba una completísima muestra de los trabajos y aportes de Charles Darwin. A la salida, en esa escalera tan incómoda que posee el MASP había una interesante conclusión: “A futuro, la evolución no será sólo la adaptación de los seres humanos a la naturaleza, sino también al desarrollo de la tecnología”.

No analizaré qué tan válida puede ser tal afirmación, pero si la asocié de inmediato a un argumento publicitario vinculado a la comercialización de los bluetooth, aquellos aparatitos que uno se coloca en la oreja, en el pabellón auricular, con una luz azul intermitente, muy estilo Robocop, que por ejemplo permite la comunicación celular sin utilizar las manos y de manera inalámbrica. Si bien su uso es práctico cuando manejas tu auto, su utilización de manera permanente en eventos sociales, inauguraciones de arte, e incluso en el supermercado, es parte del mal gusto de personas que creen que la tecnología, y su uso, es muestra de algún tipo de atributo vanguardista e innovador, lo que nos recuerda que a veces la autoestima nos traiciona. El lanzamiento de este producto bajo el concepto “Evoluciona con la tecnología”, se asoció a que su usanza, era parte de la incorporación de la tecnología al cuerpo humano. Lo que en este caso obviamente no es así. Por el momento.

Días después, sentado en el aeropuerto mientras aguardaba el vuelo de regreso, observé cómo la gente ansiosa, mientras espera ingresar al avión, navega por Internet, se pasea de un lado para otro escuchando música en sus MP3 ó 4, o escribe mensajes de texto en sus celulares. Me llamó la atención un adolescente como de 14 años que lograba escribir mensajes de manera veloz y expedita, utilizando para ello ambos dedos pulgares, y quizás viendo la pantalla y no el teclado. Yo me limito a escribirlos con el dedo índice. A partir de dicha situación, y tras verificar que mis estudiantes hacían lo mismo, empecé a ejercitar la escritura de dichos mensajes con mis pulgares. La verdad es que a muchos de mi generación, y mayores, les he comentado de la eficiencia del cambio de dedo. Se ríen, pero tras practicar, han aumentado su rapidez en la escritura, y han empezado a reemplazar extensas llamadas telefónicas por escuetos mensajes de texto.

He descubierto que de hecho existe un concepto que define a nuestros adolescentes, son llamados la Generación Pulgar, ya que crecieron ejercitando los músculos de sus pulgares en los controles remoto, las consolas de juegos y sus joysticks, mientras que uno creció utilizando el dedo índice para darle giros a la ruedilla con los números del teléfono, o para poner “Play” en las antiguas radio cassette.

Será de esperar entonces, que muchos de los productos que aparezcan en el futuro, pienso en los teclados de los computadores, los electrodomésticos, etc., deberán ser más intensivos en el uso del pulgar. Es que el diseño de productos no sólo es estética, sino hacer tangible la facilidad de uso de la tecnología. Cada vez más, el diseño se ha transformado en atributo determinante para consumidores y ventaja competitiva para muchas empresas, ya que no sólo el diseño del producto nos puede aportar satisfacción por su belleza, sino que nos facilita su propia manipulación. Como diría Darwin, la complejidad de la naturaleza, se debe al diseño simple de la evolución.