viernes, 30 de septiembre de 2016

Desempleo Trimestre Junio-Agosto

El indicador de desempleo en Chile sorprendió de manera positiva, se esperaba un 7,3% y fue de 6,9%. Efectivamente se aprecia creación de empleo pero también el indicador mostró mejoría por haber menos personas buscando trabajo. Esto acontece cuando las expectativas laborales empeoran, lo que es del todo lógico en contextos de bajo crecimiento como el actual. Ahora bien, un aumento en los ocupados no significa necesariamente que tales tengan trabajos formales o de calidad, dado que podría tratarse de labores informales y esporádicas, o bien que sus nuevos empleos se están generando a partir de la división de la misma cantidad de trabajo en un mayor número de personas. Esto último se aprecia en el sector Comercio al revisar su incremento en los últimos doce meses. Por lo mismo, hay que tener hoy la precaución de generar cambios o reformas que afecten directa o indirectamente el empleo en Chile, dado que es preferible bajo el punto de vista económico postergar tales medidas para cuando exista mayor robustez y certeza de la calidad del trabajo que se está generando.

jueves, 8 de septiembre de 2016

Actualidad Económica a Septiembre

La última cifra de desempleo nos confirma que el mercado laboral se ha deteriorado. Hace algunos semestres se apreciaba que el empleo se mantenía pese a la desaceleración. Esta situación se explicaba por muchos factores, entre ellos se indicaba que existía un cambio en la metodología, donde un desempleado con algún trabajo esporádico era considerado ahora como ocupado. Esto mantenía las cifras de empleo, sin embargo deterioró la calidad del mismo dado que muchas personas emigraban desde trabajos formales y de tiempo completo a pequeños emprendimientos, ocupaciones menores o subempleos. Hoy apreciamos que tal figura se mantiene, pero no logra absorber las necesidades de trabajo. Lamentablemente las cifras de crecimiento continúan demostrando el estancamiento del país, por lo que no existen perspectivas que auguren mejores cifras de empleo, situación que se agrava al revisar los aumentos en los salarios, generando menor perspectiva de mejora. En tal línea, el Imacec de julio nos sorprende por su precariedad, de tan sólo 0,5%. Con ilusión pensábamos que los magros resultados de la actividad económica podrían estar encontrando algún punto de inflexión, pero con este dato no cabe duda que la desaceleración continúa acentuándose, incluso podríamos enfrentar en los próximos meses una recesión técnica, lo que perjudicaría aún más el empleo. Si bien la esperanza de alguna mejoría se proyecta ya para el próximo gobierno, el repunte en materia de crecimiento dependerá de cuán complejo resulte para el próximo mandatario concluir temas que no se han resulto correctamente durante este tiempo, como las reformas y otras incertidumbres. Pese a aquello, volver a pensar en un crecimiento económico para Chile del orden del 5% es ahora sólo ciencia ficción. Un salvavidas podría venir de la mano de los precios, dado la nula variación que anotó el IPC de agosto, por lo que la inflación se consolida dentro del rango meta del Banco Central. Esta realidad implica una oportunidad para que la autoridad monetaria reduzca su TPM a fin de incentivar el crecimiento. Pero una política expansiva podría traer consigo efectos en el tipo de cambio, sobre todo si Estados Unidos aumenta su tasa de interés, lo que implicaría un aumento en el valor de las importaciones, generando presiones inflacionarias. Pienso que el dólar podría sobrepasar la barrera de los 700 pesos. En ningún caso la desaceleración económica chilena se solucionaría exclusivamente vía ajuste en la tasa de interés, dado que lo que se requiere son certidumbres en muchas áreas e incentivos claros y efectivos para la inversión, pero de todas maneras sería provechoso para la economía nacional una política monetaria expansiva, más si la desaceleración ha contribuido a la reducción de la inflación.

IPC de agosto

Nula variación anotó el IPC de agosto, por lo que la inflación se consolida dentro del rango meta del Banco Central. Esta realidad implica una oportunidad para que la autoridad monetaria reduzca su TPM a fin de incentivar el crecimiento. Pero una política expansiva podría traer consigo efectos en el tipo de cambio, sobre todo si Estados Unidos aumenta su tasa de interés, lo que implicaría un aumento en el valor de las importaciones, generando presiones inflacionarias. En ningún caso la desaceleración económica chilena se solucionaría exclusivamente vía ajuste en la tasa de interés, dado que lo que se requiere son certidumbres en muchas áreas e incentivos claros y efectivos para la inversión, pero de todas maneras sería provechoso para la economía nacional una política monetaria expansiva, más si la desaceleración ha contribuido a la reducción de la inflación.

lunes, 5 de septiembre de 2016

¡22 torres de 24 pisos!

Hace algunos días asistí a una exposición de la inmobiliaria a cargo del proyecto Las Salinas, quienes están gestionando el terreno conocido también como ex petroleras, al lado norte de la ciudad de Viña del Mar. Si bien la exposición se trató sobre el proceso de descontaminación de dicho terreno, mi atención se focalizó en el proyecto inmobiliario, el cual fue esbozado esquivamente. En datos simples que registré en mis apuntes, en tres años más empezarían a construir 22 torres de hasta 24 pisos, construcción que consideraría un plazo de 10 años. Durante los tres primeros, transitarán más de 10 camiones con tierra por hora, a lo que se sumaría todo el flujo de camiones de la construcción posterior, y por los 10 años. A este tránsito, hay que sumar todo el tráfico que se producirá en el futuro por los más de 4.000 vehículos que el proyecto ya desarrollado implicará, número que surge al considerar los departamentos, oficinas, hotel y comercio que ahí se construirían. Si hoy el tráfico está colapsado en esa zona, sobre todo en los meses de verano, difícilmente se podrá esperar mejor fortuna para el automovilista de no habilitarse medidas remediales. Para qué decir qué sucederá con las más de 10.000 personas que allí residirían en caso de un alerta de tsunami. No soy quien para oponerme a tan tremendo negocio, pero como viñamarino de toda la vida creo justo pronunciarme sobre el destino de la comuna. Si bien la ciudad debe crecer y desarrollarse, tengo mis dudas que sobreexplotar ese terreno sea a la larga lo mejor para la ciudad y sus habitantes. Pensarlo como un gran parque público es una utopía en un país con vocación al subdesarrollo, pero al menos se debería de edificar respetando estándares más elevados, más amigables, que considere la integración de ese paño a la ciudad como un beneficio urbanístico, en el más amplio sentido de la palabra. Se cumplirán todas las normas de descontaminación, edificación y construcción, pero Viña del Mar despilfarrará la oportunidad de generar un barrio amigable con urbanismo público que la ciudad requiere: plazas, parques, un teatro moderno, una ciclovía decente, una zona de restaurantes y pubs, estacionamientos subterráneos, un centro de convenciones, una futura estación del metro, zona para deportes, miradores, accesos a Santa Inés, conexión vial con la subida Alessandri, y desde luego, algunos edificios residenciales y de oficina, pero nunca en el número ni con la altura con que título estos párrafos. No me cabe duda que las próximas generaciones criticarán las decisiones que se están tomando, y que serán irreversibles en la vocación de la ciudad: ser la mejor ciudad de Chile para vivir. Estamos a tiempo, aún podemos hacer algo por nuestra comuna. ¡Salvemos Viña!

Imacec de Julio

Pese a que ya estamos acostumbrados a las malas noticias en materia económica, el Imacec de julio igual nos sorprende por su precariedad, de tan sólo 0,5%. Con ilusión pensábamos que los magros resultados de la actividad económica podrían estar encontrando algún punto de inflexión, pero con este dato no cabe duda que la desaceleración continúa acentuándose, incluso podríamos enfrentar en los próximos meses una recesión técnica. Para el Banco Central esta noticia podría traducirse en un aumento en la probabilidad de una baja en la TPM, lo que impulsaría en parte el crecimiento, pero traería un fuerte impacto en la inflación, dado que la baja en la tasa se contextualiza en paralelo a un alza en la tasa de interés estadounidense, lo que provocaría un alza en el valor del dólar, probablemente a más de 710 pesos cada uno. Si bien la esperanza de alguna mejoría se proyecta ya para el próximo gobierno, vale decir tres semestres más, el repunte en materia de crecimiento dependerá de cuán complejo resulte para el próximo mandatario concluir temas que no se han resulto correctamente durante este tiempo, como las reformas y otras incertidumbres. Pese a aquello, volver a pensar en un crecimiento económico para Chile del orden del 5% es ahora sólo ciencia ficción.

Desempleo

La última cifra de desempleo nos confirma que el mercado laboral se ha deteriorado y ya no existen argumentos para disimularlo. Hace algunos semestres se apreciaba que el empleo se mantenía pese a la desaceleración, resistía frente al empeoramiento de la economía. Esta situación se explicaba por muchos factores, entre ellos se indicaba que existía un cambio en la metodología, donde un desempleado con algún trabajo esporádico era considerado ahora como ocupado. Esto mantenía las cifras de empleo, sin embargo deterioró la calidad del mismo dado que muchas personas emigraban desde trabajos formales y de tiempo completo a pequeños emprendimientos, ocupaciones menores o subempleos. Hoy apreciamos que tal figura se mantiene, pero no logra absorber las necesidades de trabajo, empeorando la situación a nivel nacional. Lamentablemente las cifras de crecimiento continúan demostrando el estancamiento del país, por lo que no existen perspectivas que auguren mejores cifras de empleo para Chile, situación que se agrava al revisar los aumentos en los salarios, generando menor perspectiva de mejora. La economía está estancada, desde hace semestres, y no se aprecian cambios que permitan proyectar cifras del crecimiento que requiere el empleo y otras demandas sociales , en un contexto internacional bastante más favorable del que se esperaba para este año.