Si esta caracterización a nivel país la llevamos a nuestra Región, podríamos definirla como chica, pobre y abierta. De hecho, en términos comparativos, somos muchos más chicos, mucho más pobres y mucho más abiertos que el país en su conjunto. La Región de Valparaíso es chica porque posee cerca del 10% de la población nacional y produce alrededor del 8% del PIB Nacional (porcentaje que decrece año a año). Es pobre, porque el nivel de desempleo es mayor en nuestra zona que el promedio a nivel país, el ingreso per cápita regional es inferior al nacional en alrededor de un 20%, y el porcentaje de personas en situación de pobreza es un punto porcentual sobre el promedio nacional. Y es más abierta, porque no sólo intercambia bienes y servicios con otros países (destaco Hierro y Cobre con el 60% de nuestras exportaciones como Región), sino que además intercambia bienes y servicios, sin ningún tipo de barreras arancelarias y paraarancelarias, con el resto de las regiones de Chile.
Dada esta situación, nuestro principal desafío como Región es fomentar el emprendimiento y la innovación en aquellas áreas que agreguen mayor valor económico, para de esta forma aumentar el margen financiero en lo que hacemos, y así entonces, requerir una fuerza laboral más capacitada que les permita una remuneración mayor a los que habitamos esta Región. Ser una Región abierta es lo que se requiere, ser chicos es una característica inherente a nuestra condición de ser parte de algo, pero ser pobre, es una situación que merece ser solucionada de manera expedita y permanente. Y de esto debemos hacernos responsable.