domingo, 19 de agosto de 2007

Cooperando con el Turismo y el Ocio

Los mejores negocios son aquéllos donde todos los que participan efectivamente ganan. Si uno de los participantes es el favorecido, el otro tratará de hacer todo aquello posible con tal de que el primero no gane. Por eso, en el ámbito de la empresa, en ocasiones la mejor estrategia es buscar que todos los partícipes de una industria determinada busquen maximizar sus objetivos, en virtud de la “cooperación” y no de la “competición”.

En tal sentido, lo está realizando la Dirección de Turismo de la Municipalidad de Viña del Mar me parece adecuado principalmente por dos razones. La primera, en buscar una alianza con comunas vecinas como Valparaíso y Casablanca a fin de encontrar una estrategia que busque promover e integrar tales ciudades en un plan comunicacional común. En segundo lugar, el divulgar y difundir el concepto de que el turismo lo hacemos todos los habitantes y empresas de cada una de las zonas turísticas involucradas. Efectivamente, no se logra nada si la infraestructura turística o de ocio es la adecuada, si no disponemos de habitantes capaces de cooperar con el turismo desde sus diferentes roles. El conductor de Victorias, el mesero de un restaurant, el vendedor de diarios, el dependiente de una tienda de ropas, el taxista, el vendedor de artesanías, e incluso, el ciudadano común que con paciencia explica al turista cómo llegar a un determinado lugar, o bien el conductor que, con empatía, no toca la bocina cuando un auto de patente extranjera maneja lento o comete una infracción propia de su inexperiencia en nuestras calles.

Es que si no logramos entender que todos nos vemos beneficiados con el turismo, difícilmente conseguiremos convertirnos en comunas dichosas y virtuosas de recibir turistas, que esperan obtener en nuestras tierras, no sólo fotografías que hoy pueden ver por Internet, sino una experiencia digna de recordar y divulgar en sus propios países de origen, contribuyendo a convocar a un número mayor de turistas para nuestras ciudades, para nuestros comercios, para nuestras empresas. Por lo mismo, todos tenemos el deber de cooperar con el turismo, si queremos vernos favorecidos con el gran negocio del ocio y del turismo.