miércoles, 2 de mayo de 2007

En pesos y no en UF

Durante las últimas semanas, y a través de diferentes medios, diversas instituciones financieras han ofertado créditos hipotecarios, cuyas cuotas de pago, o dividendos, son fijas en pesos y no en UF. El mercado, es decir, el conjunto de personas interesadas en adquirir alguna propiedad a través de un crédito hipotecario, no deja de sorprenderse con esta proposición. Esto porque mensualmente los deudores pagarían una cuota fija, previamente establecida y conocida en pesos, la que no variará por las fluctuaciones, generalmente ascendentes, de la Unidad de Fomento.
Lo más probable, es que la Unidad de Fomento aumente su valor, ya que no es más que un número, indexado mes a mes por el Índice de Precios al Consumidor, el cual recoge la variación que han tenido, durante el mes en cuestión, los precios de los bienes y servicios que consumen las familias en Chile. Tanto es así, que la metodología utilizada por el Instituto Nacional de Estadísticas para su cálculo, justamente consiste en medir la variación de los precios de una canasta de bienes y servicios, todos ellos debidamente seleccionados y ponderados según su importancia en la economía doméstica.
En tal sentido, los indicadores macroeconómicos de Chile, y la seriedad, autonomía, mesura y probidad del Banco Central y su Política Monetaria, permiten pronosticar que, en el corto, mediano y largo plazo, no habría situaciones de inflación fuera de control. De manera adicional, el escenario político chileno permite augurar que los próximos gobiernos deberían mantener las políticas económicas, establecidas hace ya más de dos décadas.
Por tales motivos, la probabilidad de que exista un cuadro inflacionario no controlado es baja. Prueba de ello, es la oferta crediticia que los bancos están anunciando. Jamás una institución financiera podría establecer cuotas fijas en pesos si creyese en una eventual inflación desmandada. Más aún, si la oferta se refiere a créditos hipotecarios, los que son, por naturaleza, de dilatado plazo.
Pero en esto hay que ser cautelosos. Recordemos que los bancos son empresas, y por lo tanto buscan rentabilidad (aún el Ministro Velasco no le sugiere a la Presidenta Bachelet prohibir el lucro de dichas instituciones). Esta rentabilidad dependerá, en parte, de la tasa de interés que cobre a sus clientes, mejor dicho deudores, por los créditos otorgados. Por lo que cuando un banco ofrece un crédito hipotecario con dividendos fijos en pesos, sabiendo que existirá una pequeña y controlada inflación, debería entonces elevar la tasa de interés de dichos créditos. Basta un par de llamadas telefónicas, a las instituciones que ofrecen estos créditos, para comprobar que la tasa de interés es superior en varios puntos porcentuales a los créditos tradicionales. De esta manera, el banco logra fijar dividendos superiores que le permiten, en el largo plazo, promediar el efecto inflacionario. Adicionalmente, con estas tasas, el banco se protege de una improbable inflación propasada, quizás a través del pago de ciertos seguros complementarios.
Efectivamente la publicidad es llamativa. De hecho, cualquier promesa que apunte a desaparecer, la erróneamente desprestigiada y amancillada UF, será altamente efectiva sobre todo en el segmento interesado en créditos hipotecarios. Pero la ignorancia, que por cierto es cruel y atrevida, puede llevar a muchos a pagar una tasa de interés mayor. Si su remuneración es reajustada por el IPC no tiene por qué evitar préstamos indexados por dicho índice y pagados entonces en UF. Quizás este crédito es apropiado para aquéllos que pronostiquen una disminución en sus ingresos en la segunda mitad del plazo, pienso en el segmento etario de cinco o más décadas. Pero si algo hay que tener claro, es que la Unidad de Fomento, aunque se llame de otra forma o se indexe por otro método, es útil e imprescindible en nuestra economía. Eliminarla, y en cinco minutos, como decía un candidato presidencial a principios de los ´90, es simple demagogia al igual que la publicidad de los créditos anteriormente referidos.