lunes, 2 de noviembre de 2009

Oportunidades para talentos

Por diversas razones, el equipo de fútbol Real Madrid es bastante cercano al pueblo chileno. Probablemente porque Iván Zamorano jugó en él con excelente resultado, o bien porque Manuel Pellegrini lo dirige, pese a su cuestionado andar.
Sin embargo, gran alegría produjo el abismante triunfo de la selección de fútbol infantil de La Legua frente a su par del Real Madrid. No sólo por tratarse de un equipo de pequeños compatriotas, sino además porque La Legua es una de las poblaciones de Santiago más estigmatizadas, por ser el hogar de familias trabajadoras y de varios delincuentes, donde no existe oportunidades para los talentos ahí desechados.
Cuando los niños regresaron al país, fueron recibidos por sus familias y vecinos, quienes ven en ellos “esperanza”, “esfuerzo”, “porvenir” y “progreso”, nombres optimistas que poseen las calles de su barrio y que los motivan cotidianamente. Incluso fueron recibidos como héroes en La Moneda, desde donde se comprometieron recursos para el fomento de dicho club infantil, lo que por cierto es beneficioso para aquel grupo de niños cuyas oportunidades, por el sólo hecho de haber nacido ahí son limitadas, peor aún si las comparamos con la amplitud de las de los madrileños derrotados.
En un país no desarrollado nacer pobre es jugar la vida con un dado de sólo dos caras: la del 1 y la del 2. Avanzar cuesta mucho, se requiere de un esfuerzo mayor que aquéllos que nacen con más oportunidades, con dados de seis caras.
Algunos piensan que igualar oportunidades se traduce en encarecer los costos de mano de obra, o incluso que pone en riesgo la situación ventajosa y cómoda que les tocó vivir, sin entender que cuando en un país existen mayores oportunidades, se dispone más eficientemente del talento de las personas que lo forman, y el país crece y se desarrolla mejor.
¿Quién sabe si uno de los jóvenes que están en mal ocio en una esquina periférica no sería un excelente ingeniero nuclear o un campeón mundial de ajedrez? ¿Cuánto talento se desperdicia si no hay oportunidades? Por lo mismo, preocuparnos de que sí existan es aumentar la probabilidad de que los talentos sean aprovechados de mejor forma.
Cierto es que hay que mejorar la educación en todos sus niveles, pero también todo el contexto que hace del niño poder descubrir sus vocaciones y potenciar sus competencias, como la alimentación, el apoyo parental, la seguridad en su entorno, la adecuada recreación.
Culturalmente como país también se requieren cambios. La discriminación social, entre unos y otros, también limita la movilidad social, tan necesaria para el fortalecimiento de la clase media y la disminución de la pobreza.
El crecimiento de cualquier economía es insostenible sin igualdad de oportunidades, ya que ésta busca maximizar el talento nacional, e imperdurable sin movilidad social, puesto que permite incentivar talentos, fortalecer el consumo, y la paz social que asegura también una democracia estable en el poder, lejos de populismos limitados y deleznables.