sábado, 7 de junio de 2008

Infonomía

¿Podrá creer que no encuentro la Columna que escribí para la Tell de julio? No sé si a usted le ha pasado, pero generalmente requiero acceder a algún archivo en mi computador, en el cual he estado trabajando, y no recuerdo dónde lo guardé. Incluso no sé en cuál computador lo tengo, o si lo he almacenado en alguna memoria portátil, como en mi antiguo MP3, o está adjuntado a algún e-mail que yo mismo me he auto enviado.

Es que con tantos archivos es común que alguno se pierda. Por lo mismo, y con el tiempo, me he dado cuenta que uno debe ser capaz de administrar su propia información, y saberla respaldar periódicamente.
Aprendí, por ejemplo, a realizar “carpetas digitales” con la información que he realizado cada año. De esta forma, tengo acceso a lo que hice en diferentes períodos de mi vida, de igual modo como antiguamente la gente guardaba las agendas de cada año.

El problema que ocasiona el guardar información, es posteriormente saber dónde se encuentra, como la Columna que escribí para julio. Lo mismo sucede cuando uno busca en Internet alguna información valiosa para su trabajo o pasatiempo y no la encuentra, o bien duda de su veracidad.
Tanta información a nuestro alcance, que de hecho actualmente se dice que vivimos en la Sociedad de la Información. Estamos rodeados de datos procesados de la más variada índole y podemos acceder a ellos fácilmente a través de las nuevas tecnologías.

Sin embargo, estoy en desacuerdo con postular que sólo en estos tiempos vivimos en la Sociedad de la Información, ya que el ser humano siempre ha existido rodeado de datos y estímulos del medio. Lo que sí sucede, es que el conocimiento hoy es abundante, y la cantidad de datos a los que podemos acceder es innumerablemente mayor que hace sólo algunos años.

Por tanto, lo complejo no es hoy tener acceso a la información, sino ser capaz de esclarecer si ésta es veraz. En tal sentido, somos nosotros, los usuarios de la información, los llamados a verificar que los datos expuestos en línea sean confiables. La red la debemos construir entre todos. De hecho, su característica es que se construye entre todos.

Un ejemplo de lo anterior es Wikipedia, una “enciclopedia virtual” desarrollada por todos sus usuarios. En ella usted mismo puede definir los conceptos y términos involucrados, siendo el resto de coautores los que van “puliendo” los contenidos. De tal forma, que al cabo de un tiempo, los términos incluidos en este sistema efectivamente representan la veracidad. Aunque alguno de los usuarios escriba algún dato errado, el resto se encargará de manera casi automática de corregirlo.

Pero otro punto importante, es que la información siempre va a ser útil en la medida que ésta sea oportuna: mientras antes usted sepa de un desplome en la Bolsa de Comercio, menor será su pérdida. El problema que ocasiona el disponer de mucha información, es que uno se demora más en encontrar aquélla útil, por lo que saber dónde se encuentra es tan importante como su veracidad. De hecho, si no la encuentra de nada sirve saber esclarecer sus virtudes.

Es frente a esta situación que nace el concepto de Infonomía, o gestión inteligente de la información. Nosotros mismos guardamos mucha información en discos, pendrive, iPod, o simplemente en la misma red, y cuando debemos utilizarla no sabemos dónde la hemos guardado. Como mi Columna de julio.

Tal problema sucede en las empresas pero con mayor magnitud. Incluso se duplican o triplican esfuerzos al realizar tareas en paralelo por el desconocimiento o ignorancia de que tal información ya se encuentra disponible, lo que afecta los costos de las empresas, que no se dan cuenta que el correcto ordenamiento de la información se traduce en menores costos y en información oportuna y veraz. Si en un momento de la historia de la humanidad nació la figura del bibliotecario, ¿por qué ahora no será relevante la de un “infonomista”?

Al menos cada uno de nosotros debiese saber gestionar su propia información, a fin de no demorarse y entregar con retraso lo comprometido, como mi columna de julio.