jueves, 30 de junio de 2011

Del acceso a Viña y otras hoyos

La principal vía de acceso terrestre a Viña del Mar es la Variante Agua Santa. Por ella transitan, además de turistas y visitantes, muchos habitantes de la zona alta de la ciudad, además de residentes de barrios como Placilla y Curauma. Al ser el acceso a la comuna, es la primera impresión de muchos, que junto con apreciar las hermosas vistas panorámicas de la bahía, se ven sorprendidos cuando ante mágico escenario, sus vehículos caen sorpresivamente en enormes hoyos. Cursi sería llamarles baches, pero la lluvia de estos días sólo ha permitido la reaparición de nuestros clásicos amigos que nos acompañan por nuestros cotidianos caminos por Valparaíso y Viña del Mar.

Cuando por primera vez se recorre una ruta entre un lugar y otro, uno como automovilista los desconoce. Cae en ellos, o bien, con cierto riesgo, los va sorteando como si se tratara de un video juego. Con el tiempo, ya los conoces, sabes que en la siguiente curva viene uno, y te corres para un lado, sabiendo que luego, metros más allá, debes desplazarte hacia el otro para evitar caer en el siguiente. A medida que avanzas y no caes en ninguno, pasas a la siguiente etapa, donde es probable que caigas en algún nuevo hoyo, por desconocer las picardías del nuevo camino.

Como son cotidianos, y te acompañan por largo tiempo sin que sean reparados, ya los comienzas a saludar. Mientras los que están camino a mi trabajo les digo “Buenos días”, a los de regreso los saludo con un “Buenas noches”. No puedo negar el morbo que me produce observar, a través del espejo retrovisor, cómo el auto que viene después cae sorpresivamente en el bache por mí esquivado, permitiéndome leer en los labios del conductor molesto, alguna palabra inclasificable por los diccionarios.

Con la lluvia, los hoyos se mimetizan con las pozas, engañando al conductor, y cuando escampa, aquél talla M ahora es XL, apto para producir más daño. Además que con el agua los hoyos de las calles se reproducen, al igual que los famosos Gremlins.


¿De qué experiencia turística hablamos cuando los autos de los visitantes caen y caen en las fisuras del pavimento? ¿Bastará con instalar letreros viales que digan “Pavimento en mal estado”? Creo no estar equivocado en afirmar que si queremos realmente ser una ciudad turística, deberemos preocuparnos de toda la experiencia del visitante en nuestra zona, y no sólo de la oferta gastronómica u hotelera. Si no tenemos infraestructura vial básica, de nada sirve preocuparnos por agregaciones de valor más elevadas. Sé del esfuerzo de autoridades locales, pero creo que dado el estado del pavimento es necesaria una ayuda del gobierno central.

Por mientras, propongo sacarles foto, no para hacer un concurso que busque al más grande, sino para adherir la fotografía con el bache respectivo al mapa de nuestras comunas en Google Earth, y así ubicarlos posteriormente en los GPS de los autos. Total, de aquí a que esta tecnología se masifique, los hoyos aún estarán esperando nuestro cotidiano saludo.