jueves, 27 de agosto de 2009

Paso Los Libertadores

Por urgencia, tuve que viajar a Argentina a través del Paso Los Libertadores. Una vez en Mendoza, las condiciones climáticas en Chile auguraban que el cruce estaría cerrado. Ya de regreso, y a fin de no dejar el vehículo en dicha ciudad intenté cruzar la cordillera.

Llegado a Uspallata, no existía ningún tipo de información sobre la posibilidad de cruzar. La oficina de informaciones turísticas de dicha localidad no manejaba ese dato. Me remití entonces a Gendarmería Argentina, equivalentes a nuestros Carabineros pero con mayor nivel de informalidad. “¿Está el Paso abierto?” preguntaba, y una y otra vez escuchaba como respuesta un indiferente “Puede que sí, puede que no”.

Con tal nivel de incertidumbre, quise comprar las cadenas para el auto, e intentar subir lo más arriba posible. Cuan sorpresa, descubrí que todos los locales alquilan las cadenas, y no existía la posibilidad de adquirirlas. Por lo mismo, y ante mi desesperada insistencia, el dueño de una gomería accedió a venderme unas usadas y me capacitó raudamente en su instalación.

Ya arriba, en Las Cuevas, a un par de kilómetros de la Aduana, le instalé las cadenas al auto, pero fruto de que mi motricidad manual está desarrollada para ambientes de oficina, éstas se salían permanentemente. Quiero pensar, para mi propia autoestima, que las cadenas no eran del diámetro de las ruedas de mi vehículo. Sin ningún tipo de información, más que el viento blanco que impedía avanzar, me regresé a Mendoza a pernoctar.

Al día siguiente, intenté recolectar algún tipo de información por Internet. La página de vialidad argentina no señalaba el estado del Paso Los Libertadores, y la de Chile estaba desactualizada. En la página de Carabineros, sólo se hace una referencia al cruce señalando su habilitación como “Permanente”, sin embargo la página web estaba confeccionada en 2007. Intenté comunicarme por teléfono, pero nadie en Chile sabía con exactitud el estado del Paso. Para qué decir en Argentina, donde ni siquiera el teléfono respondían.

Nuevamente pretendí pasar. Observé ya en este segundo día, la gran cantidad de camiones acumulados, en la fase más operativa de los tratados internacionales de comercio. Por otra parte, gran cantidad de chilenos, argentinos y de otras nacionalidades intentando obtener información oportuna y confiable, muchos de ellos turistas que con extrañeza se preguntaban si el Paso estaba realmente habilitado.

Dicho cruce fronterizo, no sólo es importante para el comercio exterior, sino también para nuestra industria turística. Mientras no se construya un túnel a baja altura, como recientemente ha reiterado en su intención el Ministro Bitar, debería de haber una página web y un teléfono en ambos países con información cierta sobre el estado del cruce.
La desinformación, no sólo afecta al comercio internacional y al turismo, sino también facilita la ocurrencia de accidentes, ya que al menos por el lado argentino, nadie impedía pasar y el desorden hacía de las suyas, como no acontece, en mi ahora querido aeropuerto de Mendoza.