jueves, 13 de diciembre de 2007

Amargo Noviembre

En lo que se refiere a las finanzas personales, el último noviembre no fue un buen mes. Sin profundizar en lo que a inflación se refiere, durante ese mes el precio general de las acciones que se transan en la Bolsa de Comercio disminuyó en un -7,14%, transformándose en el peor desempeño del décimo primer mes en 20 años, desde 1987 cuando el IPSA tuvo una caída de -10,27%. La razón fundamental es que durante el pasado mes el mercado bursátil chileno fue afectado externamente, al igual que bolsas de otros países, por la crisis hipotecaria de los Estados Unidos, e internamente, por el oficio que mandó la Superintendencia de AFP a las administradoras de fondos de pensión de reducir sus inversiones en instrumentos de renta variable, acciones principalmente.

La baja en las bolsas de Chile y de otros países, afectó a la mayoría de los que cotizan en AFP, puesto que disminuyeron el valor de las cuotas de los Fondos de Pensiones tipo A, B, C y D. En el caso de los Fondos de Pensiones Tipo A y B, la inversión en instrumentos de renta variable de otros países alcanza a un 56% y 41%, respectivamente, lo que explica mayoritariamente el negativo retorno de -5,64% y – 4,75% obtenido por tales Fondos. Por su parte, en el caso de los Fondos de Pensiones Tipo C y D, la inversión en acciones nacionales, que representan el 18% y 12%, respectivamente, explican en mayor proporción los retornos negativos de tales Fondos de -3,64% y -2,08%. Destaca en ellos, la baja en el precio de las acciones de los sectores eléctrico y recursos naturales.

La baja del valor de las cuotas de estos cuatro Fondos de Pensiones tiene una gran implicancia en la gran mayoría de los afiliados a las AFP. Esto, porque el Fondo A reúne al 38,7% del total de suscritos al sistema, el B al 36,2%, el C al 20,5% y el D al 2,8% de los afiliados. Es decir, el 98,3% de los trabajadores que cotizan en AFP vieron disminuir la rentabilidad de sus fondos de pensión durante noviembre.

El único Fondo que no obtuvo rentabilidad negativa correspondió al E, que reúne al 1,7% de los que cotizan y que tuvo un 0,22% de rentabilidad.

Esta situación, no debe traducirse en una migración de los suscritos desde los Fondos más riesgosos (A y B) hacia aquéllos más estables (D y E), puesto que está comprobado que la renta variable (acciones) es la forma de inversión más rentable en el largo plazo. Las decisiones de inversión jamás deben traducirse en escoger en función de resultados de escenarios económicos volátiles, sino en el horizonte al cual se está invirtiendo. Es más, como el valor de las cuotas de los Fondos A y B están más bajas, se recomienda entonces que todos aquellos que cotizan en los Fondos D y E con horizonte de inversión de largo plazo, opten ahora por los primeros.

Después de todo, aunque noviembre haya dejado un gusto amargo en materia de inversiones, hubo y vendrán muchos otros meses cuyas rentabilidades serán positivas. Paciencia.