jueves, 18 de febrero de 2010

Dilema Económico

Si bien es cierto existen serias dudas sobre la forma en que la economía mundial se está recuperando, es un hecho de que tarde o temprano la crisis será pasado, y en esto existe un claro consenso mundial. El problema surge cuando diferentes países empiezan a mostrar síntomas de que sus economías no están mejorando adecuadamente por diversas razones, pienso en Grecia, España, Inglaterra, entre otros, y donde las estrategias y estímulos económicos no están logrando el efecto esperado, o bien, y que es peor, lleva a los estados a situaciones complejas en términos de las decisiones que deben tomar para sobrellevar esta segunda fase de la crisis, escogiendo entre alternativas “mal menores”.

Por ejemplo, las autoridades chinas están seriamente preocupadas por la inflación en su economía y por la estrategia para dar mejor solución al problema, situación similar a la de otros países como Australia (que elevó tempranamente la Tasa de Política Monetaria), Noruega e Israel, entre otros. Similar situación podría acontecer en Chile, donde el precio de los combustibles, nuevas ponderaciones en el cálculo del IPC, la aplicación de impuestos específicos, el agotamiento de inventarios, y otras razones podrían ejercer fuertes presiones inflacionarias.

Si bien es cierto que la inflación no debería llegar a extremos como en 2008, su reaparición podría traer complejidades durante el transcurso del año. Esto porque para su control el Banco Central elevaría la Tasa de Interés, radicada en un mínimo histórico desde hace meses. Con esta medida, que a mi entender se realizaría en abril o mayo, antes de lo que muchos auguran, frenaría en gran parte el consumo de bienes, y por lo tanto la producción de los mismos. Esta situación afectaría a la industria nacional cuya producción se consume internamente, y desde luego a la que exporta, si la situación se replica en las economías que son destino de nuestros productos.

Ambas situaciones afectan directamente los niveles de empleo y la generación de puestos de trabajo, gran problema de nuestro contexto económico y objetivo del gobierno del Presidente Piñera, que espera lograr rebajar los niveles de desempleo con tasas de crecimiento basadas, en gran parte, en el aumento de la producción y de la competitividad, y que en promedio anual implica la generación de 200.000 nuevos empleos en 2010.

Por lo mismo, sólo el adecuado manejo de tal tasa, de impuestos, leyes y normativas, subsidios y diversos estímulos aplicados correctamente, dentro de un concierto internacional favorable, podría hacer que la economía logre avanzar en la creación de los empleos prometidos. El gran dilema actual en materia económica es cuándo y cómo incorporar, retirar, ajustar, y en general, gestionar los estímulos que las economías requieren tras las estrategias utilizadas cuando se estaba inmerso en la crisis. De los resultados de esto, dependerá el real fin de la crisis.