jueves, 10 de abril de 2008

Internet tiene memoria

El Marketing, entre otras actividades, utiliza bases de datos para comunicarse con los potenciales clientes y entregarles información sobre un bien o servicio que se adapta al perfil de la persona. Por tanto, es común recibir ofrecimientos de productos a través del correo tradicional, del e-mail de una llamada telefónica, por mensaje de texto al celular, entre otros medios.

Pero esta estrategia ha sido abusada por algunas compañías, y los consumidores se sienten molestos por sentirse invadidos de una publicidad que no solicitaron. Esta situación se ha traducido en un resguardo personal a los propios datos y a una actitud cuidadosa de cada uno de nosotros con entregar a terceras personas nuestra información de contacto.

Sin embargo, pese a que nos resguardamos de entregar nuestra propia información, en Internet estamos construyendo conocimiento aportando nuestra información personal sin precaver su posterior utilización. Internet se está convirtiendo en un depósito de información valiosísima para todos los que accedemos a ella.

Cuando queremos buscar información sobre una persona y referida a su estilo de vida (actividades que realiza, intereses personales y opiniones sobre diversos temas) la técnica más sencilla es ingresar a un buscador como Google o Yahoo e ingresar el nombre de la persona.

Si usted nunca ha hecho esta prueba, lo invito a fisgonear en la red. Búsquese o indague a alguien. Quizás encontrará que su nombre aparece en una opinión que dio a un diario, o en una escritura, en algún número del Diario Oficial, o en foros de Internet, o en un sinnúmero de posibles páginas. Es que Internet tiene memoria y mejor que la nuestra.

Esta indagación a través de Internet es tan antigua como los mismos motores de búsqueda. Lo que ha variado es su uso. Mientras antes era utilizado por las personas para buscar a otros con infinidad de propósitos, hoy es utilizado por las empresas como una interesante herramienta de selección de personal. Internet sirve a las empresas en la búsqueda de antecedentes no académicos, ni laborales, ni financieros, sino como indagador de un perfil vinculado más hacia descubrir las actitudes, los valores y las posturas mentales de los candidatos a un puesto.

Mientras nuestras conductas y actitudes pueden ser modificadas y mejoradas en la vida real, en el ciberespacio es muy difícil eliminar o borrar nuestro nombre de alguna página que hoy no nos represente. La acumulación de información útil, o la simple basura digital registrará nuestro paso por la Internet.