Para poder promocionar un producto, el marketing sugiere realizar un estudio o investigación de mercado de los atributos, o conjunto de características, que más desea el mercado meta, o público al cual el producto se dirige.
En el caso del Marketing de Ciudades, las municipalidades deben considerar los atributos que los turistas más quieren de la comuna, así como aquéllos que hacen falta. Para seleccionarlos, es necesario considerar los diferentes mercados metas que visitan una ciudad.
Por ejemplo, la ciudad de Viña del Mar posee atributos propios de una ciudad balneario, como su borde costero en general y específicamente sus playas. Hay que precisar, para ser honesto, que éstas no son de las mejores del mundo, ni por la temperatura del agua (corriente de Humboldt), ni por sus precarias instalaciones.
Otro de los atributos de nuestra ciudad, es el Casino que permite la entretención de la clase media y media alta, no sólo en período estival, sino incluso durante todo el año. El Festival Internacional de la Canción y el festival pirotécnico de Año Nuevo potencian a la comuna en determinados días del año, al igual que el ATP en tenis, la Copa Viña del Mar en fútbol, el Campeonato de Golf en Granadilla y el Derby en el Valparaíso Sporting Club.
En lo cultural, los Conciertos en la Quinta Vergara, el Concurso Dr. Luis Sigall y el Festival de Cine de Viña del Mar, y algunas atractivas exposiciones de plástica en la Sala Viña del Mar, en el Centro Cultural Palacio Carrasco o en la Galería de Arte Modigliani, permiten satisfacer de manera básica esta área.
A todo lo anterior, ciertos íconos de la ciudad permiten fotografiarse al turista, como el Reloj de Flores, el Muelle Vergara y el Moai del Museo Fonk.
Sin embargo, todos los atributos antes descritos pueden ser de interés para un público nacional, o bien, internacional poco exigente. Puesto que si a la ciudad le interesa transformarse en una ciudad turística internacional, debería concentrarse en la creación de atributos que atraigan a turistas del hemisferio norte, por ejemplo, como parte de la ruta que ellos realizan a Sudamérica en su visita a Machu Picchu, al desierto de Atacama, a las Torres del Paine o a Rapa Nui.
Para tal efecto, resulta fundamental transformar a Viña del Mar en una ciudad de convenciones. La construcción de hoteles cinco estrellas de gran capacidad con grandes salones equipados para conferencias internacionales, con placas comerciales con tiendas de marcas internacionales podrían ser el gran atributo determinante de la ciudad a nivel internacional. Los ejecutivos y empresarios podrían venir a convenciones y en su paso, junto a su pareja o familia, recorrer otros destinos sudamericanos como los antes descritos.
Pensar que nuestra ciudad tiene como único público de interés al habitante de Santiago, de otras ciudades nacionales y extranjeros de ciudades limítrofes, es caer en una miopía del potencial de desarrollo que el sector turismo tendrá en las próximas décadas.
