jueves, 7 de febrero de 2008

Viña del Mar Norte

Así como el concepto de “Par Vial” se ha utilizado una y otra vez para definir las calles Alvares y Viana tras su fusión, ya se ha empezado a utilizar “Viña del Mar Norte” para definir todo el sector urbano entre 15 norte o Avenida Benidorm y la playa de “Las Salinas”.

“Viña del Mar Norte” comprende tres partes. La primera y ya construida, corresponde a los edificios emplazados en el sector “Coraceros”, tanto en el sector costero, como en la denominada “Meseta”. Un segundo sector es donde hoy se ubican los vestigios de las petroleras y el tercer sector es el que utilizan las instalaciones navales.

Si en los últimos 15 años, el desarrollo urbano de “Viña del Mar Norte” se concentró en el sector “Coraceros”, en los próximos 15 años será el turno del desarrollo inmobiliario del sector de las Petroleras.

Este desarrollo será sin lugar a dudas clave para la comuna. Son 17 hectáreas ubicadas en el polo comercial de la ciudad, a metros del mar, entre la desarrollada Población Vergara y el próspero Reñaca. Además, es uno de los pocos sitios dentro de la ciudad que quedan por desarrollar. Por tanto, creo que los viñamarinos algo de opinión podremos tener, aunque los terrenos por ser privados sólo deben aprobar las indicaciones municipales para construir en ellos lo que su propietario indique.

A mi juicio, lo que se construya debiese ser un regalo urbano para la ciudad. Ya son muchas las construcciones en la comuna que no gozan de criterios arquitectónicos que agreguen valor a la urbe. Además hay que considerar, que lo que se construya será parte del “skyline” de la ciudad, replicable en fotografías y postales que harán más o menos atractiva la ciudad.

En tal sentido, el tipo de estructuras a construir en sectores costeros es una de las grandes discusiones en las que me ha tocado participar en congresos internacionales sobre Marketing de Ciudades, ya que se debe decidir por la construcción en la primera línea de la Avenida Jorge Montt de edificios de poca altura que alberguen una placa comercial con restaurantes y tiendas de alto nivel, para, una cuadra más adentro, edificios en altura lo suficientemente distantes unos de otros que no impidan la vista de los edificios de más atrás, considerando además que el barrio Santa Inés deberá tener un desarrollo similar al de Recreo. Bloquear la vista con sendas construcciones perjudicará la calidad de vida de los ya instalados.

Adicionalmente, debiese considerarse zonas para el esparcimiento de la comunidad como jardines, plazoletas, fuentes de agua y otros que potencien la obra costera de la Municipalidad, similar a lo realizado en Guayaquil o en Buenos Aires con Puerto Madero.

Cierto es que quien compre tales terrenos se merece una rentabilidad económica como premio a su emprendimiento y al riesgo del negocio, pero creo que por tratarse de un lote estratégicamente importante para el desarrollo urbano - turístico de la comuna, tal proyecto debe poseer una rentabilidad social importante. No hay que olvidar, que una vez que se construya y se desarrolle esas 17 hectáreas, ya no podremos hacer nada, al igual que con muchos edificios que ensucian la estética de esta ciudad.