jueves, 13 de noviembre de 2014

Desalentada realidad

No es necesario ser economista o experto en la materia para describir el escenario actual de nuestra economía: basta con leer los diarios internacionales (Financial Times, The Wall Street Journal) que hablan sobre el retroceso que Chile está viviendo, o bien las aseveraciones de varios políticos (por ejemplo, el socialista Óscar Guillermo Garretón) que concuerdan en que existe un ambiente no propicio para la inversión y los negocios, o simplemente escuchar a empresarios, pequeños comerciantes, vendedores, en fin, cualquiera que trabaja o comercia puede atestiguar sobre la actual desalentada realidad. Esto finalmente se aprecia en las cifras de inversión, consumo y empleo, todas a la baja. Alarmante es que frente a los datos de IMACEC y de IPC nuevamente la autoridad económica no reconoce el problema: hay explicaciones asociadas al tipo de cambio, alzas en impuestos, y otras, pero todas ellas ya consideradas por los especialistas en las proyecciones económicas. Quien sabe al desconocerse la magnitud de los cambios tributarios, nadie logra entender realmente su alcance, lo que demostraría un desconocimiento generalizado de los efectos de las reformas que se están aprobando. Confío en la aún oportuna generación de medidas gubernamentales que construyan confianza en nuestro ambiente económico, ya que no basta publicitar en Londres o Beijing a nuestro país: el inversionista no observa sonrisas, sino los datos que nuestra economía revela. Cada día me convenzo más de que la solución pasa por decisiones no sólo en el plano de los ministerios, sino a nivel presidencial y asociado a las personas que están a cargo de la economía nacional, ya que hoy, y con urgencia, se requiere generar un clima económico y empresarial de confianza. De no actuar con prontitud, se producirán alzas importantes en los niveles de desempleo, ya augurados por algunos para 2015 y un crecimiento económico magro para los próximos años que implicará, por cierto, recaudaciones fiscales menores.