martes, 15 de julio de 2008

Stress Económico

La elevada inflación por una parte, y la medida del Banco Central de elevar la tasa de interés por otra, y como consecuencia de la primera, han producido sin lugar a dudas que las diferentes personas han debido tomar medidas paliativas para tratar de hacer más eficiente el consumo en función de sus diferentes restricciones presupuestarias.

Es así como las clases socioeconómicas media y la media-alta se han visto perjudicadas directamente por el aumento en las cuotas de sus créditos hipotecarios. El aumento de la inflación, medida por el IPC se ha traspasado a dividendos más abultados producto de que estas cuotas son pagadas en UF. Por tanto sus hábitos de consumo también se han visto perjudicados.
Estas familias han debido privarse de ciertos lujos que marcaban su acomodado nivel de vida, evitando vacaciones a exóticos países, o bien han debido sustituir ciertos bienes de consumo por otros más económicos, o simplemente han tenido que modificar los lugares de compra: del supermercado a la feria por nombrar un ejemplo.

Por otra parte, las familias y personas correspondientes a los niveles socioeconómicos medio-bajo y bajo, también han debido modificar sus hábitos de consumo. Por ejemplo, han disminuido drásticamente el consumo a crédito, observando el elevado nivel de sus tasas de interés, ya agobiados por los créditos ya existentes y que absorben buena parte de sus ingresos, implicando entonces tener que cambiar radicalmente sus comportamientos de compra.

Específicamente, son estos grupos de personas, las de ingresos más bajos, los más perjudicados con la inflación y con la elevación de las tasas de interés. Muchas de estas familias, quizás la mayoría, ya se encuentra suficientemente endeudadas, por lo que su ingreso disponible es lo suficientemente bajo y que los obliga, en muchos casos, a tomar créditos a elevadas tasas.

Esta situación, que se podría describir de agobio financiero, se traduce en un nivel de stress muy perjudicial. El stress, generalmente asociado a condiciones laborales exigentes, acontece cuando una persona es incapaz de sobrellevar las situaciones del medio, en este caso, el ritmo de vida, el consumo, el pago de deudas, la incertidumbre, y todo aquello que se traduce en situaciones de poco bienestar y mala calidad de vida.

Son justamente estos grupos sociales, los que además poseen menos años de estudio, y por ende, menos capacidad para sobrellevar situaciones de stress, los más agobiados actualmente. El no poder mantener económicamente una familia, el ver como cada mes el nivel de deudas aumenta, son situaciones inmanejables y que perjudican tanto el bienestar económico, como las relaciones al interior de cada familia.

Por tal motivo, las personas deben comprender que en tiempos de bonanza deben controlar el consumo para protegerse de las fluctuaciones de la economía, así como también, debe ser preocupación central del Gobierno, no sólo los índices económicos, sino la calidad de vida de las personas y sus familias. Creo que en este punto hay mucho por avanzar en un país que desea transformarse en desarrollado.