lunes, 5 de enero de 2015

IMACEC de noviembre

El IMACEC de noviembre estuvo en línea con las expectativas del mercado, las que son en general bajísimas para una economía como la chilena, pero que demuestran y reflejan la alicaída actividad económica nacional inmersa en un ambiente reformista. El actual contexto llevaría a nuestro país a obtener un paupérrimo crecimiento en 2014, y lo que es peor: las expectativas de crecimiento 2015 para Chile están situadas bajo el 2%, todos esperanzados en un punto de inflexión a principios del tercer trimestre. Quien sabe la inversión minera-cobre se active producto del bajo precio de otros minerales, pero probablemente la inversión recién se recupere fuertemente en 2016-17. El Ministro Arenas reconoce que el IMACEC de noviembre no lo deja conforme, una nueva demostración de un cambio de actitud, muy necesaria por lo demás, ya que los indicadores de apoyo al gobierno tampoco han sido favorables. Claramente la autoridad está esperanzada en que el mayor gasto público durante el año sea un motor de crecimiento en este 2015, por lo que la caída del precio del petróleo fue una tremenda ayuda para su gestión, al mantener la inflación controlada. Sin embargo, los efectos de esta caída sobre los países productores menos eficientes podría traer nuevas complicaciones, por ejemplo vía precio del cobre. El mayor gasto público debería fomentar el empleo, el consumo, y por cierto los niveles de confianza. De no acontecer una mejora en la actividad económica durante este año, quedaría confirmada la extrema necesidad de que las reformas incluyan medidas pro crecimiento, ya que generar un estado más grande, entregar más derecho a los sindicatos, aumentar los impuestos, y en general medidas similares sin generar crecimiento tienden a involucionar una economía pujante y modelo como fue la chilena, y que desde hace un tiempo empezamos a añorar.