viernes, 12 de noviembre de 2010

IPC y proyecciones

Con alegre sorpresa el mercado se informó sobre el IPC del reciente octubre, que alcanzó un 0,1%, cifra inferior a las proyecciones que se encontraban en el rango del 0,3 al 0,5%. Rápidamente se concluye que la UF tendrá una mínima variación en este mes, y todo aquello sujeto a la variación de dicha unidad de medida, como las cuotas de créditos hipotecarios que serán indexados en igual mínima proporción, lo que es un alivio para el presupuesto familiar. Adicionalmente, este bajo IPC permite augurar el cumplimento de la meta inflacionaria para este 2010, situada en un 3,9%, ya que a la fecha la inflación acumulada en los primeros diez meses alcanza tan sólo a un 2,8%, proyectando de esta forma una inflación anual cercana al 3%. Esta cifra se traduciría en que los precios de muchos productos que se reajustan por IPC anual, tales como arriendos, alquileres, aranceles educacionales, etc. y las remuneraciones, deberían tener una variación para el próximo año en torno al 3%.

El IPC de octubre podría traducirse en un respiro para el Banco Central en su estrategia de aumentar la Tasa de Política Monetaria. Tras cuatro aumentos consecutivos de 0,5 puntos base y un último aumento de 0,25 la actual TPM alcanza ya un valor de 2,75%, por lo que la inflación controlada, demostrada por el bajo IPC, podría traducirse en mantener la TPM sin alzas por al menos un bimestre fomentando el consumo.

Sin embargo, el análisis detallado de la inflación nos indica otra cosa. La disminución en el precio del dólar ha facilitado la disminución del valor de las importaciones, así como los productos nacionales con materias primas importadas. La disminución del precio final de los productos, no necesariamente dependerá del valor del dólar, sino de su situación de mercado, empero el precio de los productos importados tiende a disminuir de todas formas. Como el precio del dólar debiese mantenerse ya estable en su actual valor, entendiéndole como el piso para al menos los próximos doce meses, los bienes importados no deberían disminuir su precio en gran magnitud, lo que no permitiría equilibrar la inflación por un período prolongado.

El eventual riesgo de una mayor caída del dólar, podría venir de la mano con las proyecciones del precio del cobre, que lo estarían situando en elevados valores récord. Pero esta situación vendría acompañada con un alza no sólo de este metal, sino de los commodities en general, lo que incluye, entre otros, al precio del petróleo, equilibrando la baja del precio de las importaciones con el alza del precio del petróleo.

Por lo tanto, como no se contará con bajas en importaciones, el Banco Central debería continuar con su estrategia de alzar la tasa de interés en 0,25 puntos base, previniendo así la inflación que podría enfrentar la economía chilena en 2011. De esta manera, las proyecciones de IPC para el próximo año se deberían situar en un 3%, meta realista y saludable para nuestra economía.