martes, 27 de abril de 2010

Simple Competencia

De un tiempo a esta fecha mucho se ha dicho sobre el aprendizaje por competencias, vale decir, aprender a desarrollar la capacidad de actuar efectivamente en una situación determinada. Por lo mismo, el desarrollo de las competencias en quien aprende, va más allá de la memorización, e incluso de la ejecución de conocimientos. Implica transferir conocimiento a la realidad, reflexionar para un saber actuar sobre la existencia.

Este enfoque educativo implica cambios en la planificación de programas formativos, en la forma de ser evaluado y, sobre todo, en el proceso de aprendizaje enseñanza, ya que pudiendo fallar la planificación, o bien la evaluación, la competencia se desarrolla justamente en este otro proceso. Lamentablemente es la metodología de enseñanza la que más obstáculos presenta, al intentar romper paradigmas en educación, complejos, como la acumulación de conocimientos o bien por estar inmersa en programas educativos cargados de contenidos y evaluados en el ámbito de la más pura teoría. Un enfoque centrado en competencias no se traduce ni en una visión enciclopédica de una disciplina, ni en su otro extremo, en una enseñanza mecanizada y tayloriana. Sino que busca las necesidades de lo cotidiano y sus soluciones, la formación integral, la aplicabilidad del conocimiento, su construcción y reconstrucción en función de la problemática enfrentada, la vida como el escenario de la perfección y de alternancia educativa, donde se aprende, no sólo haciendo, sino, reflexionando sobre el qué se hace.

Es en este marco, que la planificación de un currículo basado en competencias se hace esencial, ya que pondera en un juicio significativo prácticas docentes, por sobre otras. ¿Cómo aporta tal o cual al desarrollo de una competencia transversal o específica? ¿Agrego finalmente valor al enseñado o simplemente soy parte de lo dispensable? Y por último, y a mí entender la más importante, ¿la estrategia de enseñanza es la más adecuada: desarrolla competencia? ¿Y esta competencia es significativa en el aprendiz: agrega valor a su actuar reflexivo?

La educación chilena hace años busca acomodarse, ajustarse a un modelo por competencias. Muchas universidades tienen modelos orientados, quizás inspirados en competencias, pero falta mucho por recorrer, por ejemplo, formando especialistas en este tema, que logren transferirlo a través de esta misma metodología, y no de otras de antaño, donde abundan elevados conceptos indescifrables y complejidades lingüísticas que oscurecen las líneas de trabajo e investigación, y que arriesgan la implementación efectiva de este modelo en el país.

Nunca está de más recordar que el concepto “academia” tiene su origen en la simplicidad arquitectónica que ofrecen unas cuantas hectáreas de olivos en Grecia, donadas por un muy buen amigo de Platón, Academos. En las cosas simples y sencillas se encuentran las grandes verdades. El principio de la confusión se halla en lo complejo. Por lo mismo, el enfoque por competencias debe ser instaurado de una manera simple, sin las rémoras que distraen al éxito de su verdadero propósito.