viernes, 6 de mayo de 2016

Imacec e IPC

Hace unos días se han entregado los datos relativos al Imacec de marzo y al IPC de abril. El Imacec se ubicó en el rango bajo de las expectativas del mercado con tan sólo 2,1%. Si bien se trata de un nivel de crecimiento bastante inferior al potencial del país, todo hace pensar que en una visión general de lo que va a ser este año 2016, cualquier Imacec sobre el 2% es relativamente positivo. En el contexto de nuestra economía, donde se aprecia una tasa de desempleo en aumento, una menor inversión extranjera, el precio del cobre debilitado y bajo el considerado en el presupuesto de la nación, probablemente nos encontremos con futuros Imacec bajo el 2%. A las variables externas, principalmente vinculadas con la desaceleración de la economía China, existen consideraciones internas como las reformas iniciadas por el Gobierno que generan mayor nivel de incertidumbre, lo que disminuye la inversión, la contratación de personas, el consumo y en general variables que se traducen en niveles de desconfianza por parte de empresarios de la mayoría de los sectores industriales y de variados tamaños de empresa. La autoridad desde hace un par de meses ha manifestado la necesidad de generar medidas a favor del crecimiento de la economía, lo que se debería traducir prontamente en medidas que evidencien tal mirada. Probablemente la economía mundial generará un contexto favorable para nuestro país dentro de un par de años, escenario que no estamos en condiciones de desaprovechar, por lo que debemos ir generando desde ya un ambiente interno de confianza y tranquilidad, donde el crecimiento nos permita mejorar en bienestar social. Por su parte, el IPC de abril registró un alza de 0,3% en línea con las expectativas de los agentes del mercado, lo que implica una inflación a 12 meses de un 4,2%. Sin embargo, tendremos que esperar un par de meses para apreciar una inflación anual entrando al nivel superior del rango meta del Banco Central situado en un 4%. Es factible que el IPC de mayo se encuentre en torno al 0,2%-0,3%, todo dependiendo de la evolución del precio de las gasolinas y del tipo de cambio. Esta situación obliga a la autoridad monetaria a continuar atentos a la evolución de la inflación, ya que no será hasta fines de año en que ésta podría descender hasta niveles algo más próximos a la meta del 3% anual. Probablemente se aproxime al 3,4% apoyado incluso por el detrimento del mercado laboral y la contracción en el consumo que ello implica. Para fines del 2017 se podría esperar un IPC incluso algo por debajo del 3%. De no haber variaciones significativas en los precios internacionales del petróleo, o alzas desmedidas en el precio del dólar, podríamos afirmar que la inflación en nuestro país se encuentra debidamente acotada, lo que permitirá al Banco Central una gestión de la tasa de interés que permita mejorar los Imacec y el crecimiento.