miércoles, 8 de julio de 2015

Improvisaciones II

La improvisación genera espontaneidad en diversos aspectos de la vida. Agrega azar a lo cotidiano, y es, por ejemplo, la esencia de cualquier diálogo. Sin improvisación, una conversación se transformaría en un guión. En las artes se valora la improvisación, ya que en ellas el artista puede demostrar todo su virtuosismo y maestría con el pincel, con el piano, o con las palabras. La obra de Bach se caracteriza por la improvisación del autor en su composición, para qué decir en el Jazz donde es uno de sus elementos de creación fundamentales. En el teatro se utiliza a menudo, principalmente con un resultado cómico. El problema acontece cuando se improvisa en aquello que justamente no requiere azar en el resultado, y menos darnos risa. Tiendo a pensar que cuando se evalúo establecer un solo horario en Chile - el horario de verano - a fin de evitar los cambios de hora y la temprana oscuridad por la tarde, no se valoró adecuadamente los diversos malestares que ha ocasionado finalmente la medida, manifestados por el cuestionamiento de sectores médicos, empresariales, educacionales, y todo aquél que hoy opina, demostrando con evidencia que la medida fue mal tomada, que finalmente fue el resultado de una decisión improvisada. La autoridad indica que se está monitoreando la disposición, y que si bien se pretende mantenerla por un par de años, eventualmente podríamos optar por otro horario para el próximo año. Para muchos de nosotros esta sensación de proceder improvisado acontece en una serie de otros temas: para el establecimiento del voto voluntario, de la reforma tributaria y de otras más, de las decisiones sobre el transporte público y de las medidas derivadas de la contaminación ambiental, de la política energética, en fin, al parecer se privilegia la improvisación y sus posteriores acciones correctivas por sobre la planificación seria, científica, profesional. No logro entender por qué se autorizó el nuevo horario sin consultar a organismos técnicos quienes hoy defenderían la medida, tampoco comprendo cómo se aprobó la reforma tributaria si los especialistas no entendían los cambios. No logro entender cómo pretendemos avanzar si no logramos visualizar los efectos y secuelas de lo que decidimos y cambiamos. Resulta también complejo entender el proceder al cambiar el gabinete. Tras meses de rumores, el anuncio se comunica de improviso en un programa de televisión, se establece un plazo, éste no se cumple, después se define otro día, realizan convocatorias de último minuto, llamadas telefónicas un domingo en la noche, comunican el nuevo gabinete, para, al mes, tener que rectificarlo. Cuando no se tiene la mayoría para gobernar se podría asociar la improvisación como resultado de los acuerdos, pero cuando se posee la mayoría para gobernar, la improvisación es una consecuencia de la ligereza o de la ansiedad en la toma de decisiones, o del hacer lo que todos desean que se haga, o simplemente de la falta de visión, en definitiva de la carencia de un liderazgo sólido para decidir y generar los cambios.