Como una muy buena noticia es recibido el IMACEC de marzo, toda vez que confirma la recuperación económica al estar sobre las expectativas del mercado. Sin embargo, y a la luz de las potencialidades de crecimiento de nuestra economía, la cifra es magra y por lo mismo no debe interpretarse como parte de un contexto proclive a reformas. Perjudicar el crecimiento económico con grandes reformas o eternas discusiones no tiene sentido en un país con altos niveles de pobreza y subdesarrollo, que requiere mayores niveles de confianza y certidumbre.