jueves, 3 de marzo de 2011

El lumbago del exportador

Todos me han dicho que ya me puse viejo, y quizás tengan razón: primer día de trabajo y me viene un lumbago doloroso. Según el médico que me atendió, existen muchas causas, entre ellas, una mala postura, un movimiento esforzado, un deficiente estado físico, algo de sobrepeso, estrés. Mi lumbago, a mi juicio, se debió al efecto sinérgico de todas ellas, en especial de la última.
¿Cómo no voy a tener estrés si al regresar de las vacaciones me entero de los pésimos resultados de la Bolsa local? Por cierto, ¿se ha fijado cuánto cayó el valor de la acción de Vapores debido principalmente al aumento en el precio del petróleo? Por su salud no lo menciono. El tema aquí es que la Bolsa sufre una corrección debido a muchos factores (AFP, toma de ganancias, excesivo aumento en su valor 2010, precio del petróleo, etc.). Por lo mismo se podría deducir que se vislumbran positivas oportunidades para comprar acciones – y aliviar mi espalda - pero como siempre hay un “pero”, éste será el escenario de inflación que tendremos en 2011 (debido a muchas razones, entre ellas nuevamente el alza en el precio del petróleo debido a la crisis política en Libia, efectos climáticos severos en Australia y Rusia que elevan el precio internacional de los alimentos, y otros factores externos). El Banco Central debería subir la Tasa de Política Monetaria, en palabras simples, la tasa de interés para así disminuir el consumo y controlar la inflación.

¿Y qué sucedería con el precio del dólar? Ciertamente a la baja (debido al elevado precio del cobre, al ingreso de capitales extranjeros debido al alza en la Tasa de Política Monetaria, etc.) y el Banco Central con muchas ganas de intervenir comprando dólares para subir su precio y generar un respaldo a los exportadores. La disyuntiva aquí es que si el Banco Central interviene el efecto será un aumento en el precio del dólar, lo que a su vez elevaría el precio en Chile de las importaciones, entre ellas, adivine: el precio del petróleo, generando otra presión inflacionaria. Por tanto, creo que el Banco Central si es coherente con su objetivo de controlar la inflación, no debería intervenir el precio del dólar.

¿Entonces qué puede ocurrir? Si el Banco Central no interviene, el Estado debería generar apoyos específicos a sectores exportadores. Pues si no sucede aquello, el precio del dólar inclusive podría romper la barrera de los 450 pesos, ¿440?, sí, puede ser. Este valor sería muy bajo para muchas empresas exportadoras, afectando entre otras variables al empleo. Por tanto, este año lo veo muy complejo para el sector exportador, quienes deberán buscar seguros, asociar sus costos al precio de la divisa (pues con ingresos en dólares a bajo precio y costos en escenario de IPC elevado el futuro se ve más que preocupante), y por cierto, tomar las precauciones que permitan disminuir los efectos de un doloroso lumbago a causa del estrés que les producirá, no contar con el respaldo económico y ergonómico suficiente del Banco Central.