domingo, 7 de septiembre de 2008

Hablar Inglés

Quizás son sólo mitos urbanos, vaya usted a saber (“you go to know”), pero conocidos son los casos de un supuesto ejecutivo nacional que recibe una delegación de empresarios estadounidenses.

El chileno los atiende en su oficina muy gentilmente y asumiendo que su inglés era perfecto les dice a los extranjeros: “Between no more” pensando que les decía “Entren no más”, para después invitarlos a tomar asiento con la frase “and drink a chair please!” (¡y tomen asiento por favor!). Posteriormente, los invita a comer una “empanada” diciéndoles: “Please, eat a in-bread-nothing”. Para después introducir el tema de la reunión diciéndoles “to another thing butterfly” (a otra cosa mariposa).

También se cuenta de una señora que en los años ’80 de viaje por Los Ángeles, California, en la sección de electrodomésticos de una multitienda le indica a la vendedora que desea comprar un “Electric Pig”, a los cual la dependiente le precisa que ese producto sólo podría estar en la sección de juguetes y no ahí donde vendían enceradoras. A lo cual la señora le responde: “Are you drinking my hair?” (¿Me está tomando el pelo?).

Es que cada día se hace más imprescindible “saber inglés”, o mejor dicho “hablar inglés”. El inglés ya no sólo es fundamental para hacer negocios, sino también es utilizado por los deportistas, artistas y en general todo aquél que debe interactuar con angloparlantes, o que, independiente de su idioma natal, han aprendido hablar inglés como factor común de comunicación internacional.

Nuestros jóvenes, adolescentes y niños aprenden fácilmente este idioma porque a través de Internet, las series de televisión por cable, los musicales de Disney para teens, los juegos de PC o Nintendo, o los artefactos tecnológicos de diversa índole que ellos utilizan los familiarizan con el vocabulario y la pronunciación propia del inglés.

Aún así, es fundamental que la estrategia para lograr hablar inglés considere diversas tácticas, desde las tradicionales y fundamentales clases de gramática, hasta la inmersión del estudiante en un contexto donde todos hablen inglés.

Por lo mismo, de un tiempo a la fecha, se han popularizado los viajes a Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Australia y Nueva Zelanda de estudiantes de educación media o universitaria. Muchos alumnos míos han tenido esa experiencia donde finalmente logran un inglés bastante fluido. Es que desde luego la inmersión completa en otro idioma permite entender incluso la pronunciación más compleja.

Todos aquéllos que tenemos a nuestro cargo y responsabilidad la educación de las nuevas generaciones debemos poner especial énfasis en que nuestros estudiantes logren dominar al máximo este idioma. En tal sentido, los convenios internacionales y el intercambio pasan a ser pieza fundamental de las estrategias de enseñanza-aprendizaje. Entonces, ¡a perfeccionar nuestro inglés, “for if the flies!” (¡Por si las moscas!).