jueves, 24 de marzo de 2011

Inflación en el Hogar

No cabe duda que uno de los problemas de la economía chilena durante este 2011 será la inflación. Ya sea por el elevado precio del petróleo y los conflictos políticos y sociales en Libia, o por el alza en el precio de los alimentos, debido a efectos climáticos severos y a la elaboración de energía a partir de alimentos, o simplemente a una escasez de inventarios debido a excesos en demanda y restricciones en oferta, lo cierto es que los pronósticos de inflación la auguran en torno a un 4,5% en 2011, y se pronostica, con mayor error estadístico, para el 2012 una inflación sobre el 3%, la calculo cercana al 3,5%.

Si bien estos números son mínimos en comparación a los que alguna vez tuvo Chile, o muchas de las economías vecinas, genera problemas de diversa índole, que tratan de controlarse mediante la gestión del Banco Central, aumentando la Tasa de Política Monetaria, para de esta forma controlar el consumo. De hecho el Banco Central ya sorprendió al mercado aumentando la tasa en 50 puntos base, y se cree que lo hará en abril en igual proporción. Con otros paulatinos aumentos, se espera que la TPM llegue a un 5,75% en diciembre de 2011, y a un 6,5% a mediados de 2012.

Todo lo anterior puede leerse algo enredado – pese a que traté de ser lo más claro posible – pero en definitiva la inflación golpeará a los hogares chilenos. Y como siempre, no ha todos de igual forma, pues el aumento en los precios, siempre afectará más a quien menos dinero gana, sea porque su restricción presupuestaria le impide maniobras, sea porque los bienes y servicios que todos consumimos casi por obligación (alimentos, servicios básicos, transporte, etc.) tienen una ponderación mayor en el presupuesto de quien menos dinero percibe. De hecho, el aumento en el precio de los alimentos se notará en el segundo semestre y afectará principalmente al que, proporcionalmente, gaste más en ellos. La inflación también afectará a las personas de la clase media, quienes generalmente tienen un crédito hipotecario en UF, por lo que el dividendo aumentará en proporción a la inflación, y las remuneraciones se indexan, generalmente, una vez al año. Por otra parte, el aumento en el precio de la energía les afectará en la calefacción en el invierno y en el transporte por el consumo de bencina de sus vehículos.

Por lo mismo el gobierno ya está tomando medidas para controlar la inflación, adicionales al aumento en la tasa de interés del autónomo Banco Central, como una disminución en el gasto público a través de un recorte del gasto fiscal que podría ascender a los 800 millones de dólares, especificando que no lo hará ni en el gasto social, ni en los recursos destinados a las regiones, lo que se felicita. Es de esperar que las medidas económicas mantengan a la inflación controlada bajo el 4%, pues desde luego el más afectado por ella son los hogares con menos recursos, familias que nos hacen recordar, que la economía está al servicio de la persona, y de su familia, de hecho la palabra economía, viene del griego y significa “administrar la casa”.

martes, 15 de marzo de 2011

El lumbago del Exportador (versión post terremoto en Japón)

Existen muchas causas para mi lumbago, entre ellas, una mala postura, un movimiento esforzado, un deficiente estado físico, algo de sobrepeso, estrés. A mi juicio, se debió al efecto sinérgico de todas ellas, en especial de la última.

¿Cómo no voy a tener estrés por los pésimos resultados de la Bolsa local? Por cierto, ¿se ha fijado cuánto cayó el valor de la acción de Vapores debido principalmente al aumento en el precio del petróleo? Por su salud no lo menciono. El tema aquí es que la Bolsa sufre una corrección debido a muchos factores (desastre japonés, AFP, toma de ganancias, excesivo aumento en su valor 2010, precio del petróleo, etc.). Por lo mismo se podría deducir que se vislumbran positivas oportunidades para comprar acciones – y aliviar mi espalda - pero como siempre hay un “pero”, éste será el escenario de inflación que tendremos en 2011 (debido a muchas razones, entre ellas nuevamente el alza en el precio del petróleo debido a la crisis política en Libia, efectos climáticos severos en Australia y Rusia que elevan el precio internacional de los alimentos, y otros factores externos) y el terremoto nipón que elevará los costos de materias primas (madera, cobre, acero, entre otras). El Banco Central debería subir la Tasa de Política Monetaria, en palabras simples, la tasa de interés para así disminuir el consumo y controlar la inflación.

¿Y qué sucedería con el precio del dólar? Una primera alza por la incertidumbre del terremoto en Asia para posteriormente a la baja (debido al elevado precio del cobre, al ingreso de capitales extranjeros debido al alza en la Tasa de Política Monetaria, etc.) y el Banco Central con muchas ganas de intervenir comprando dólares para subir su precio y generar un respaldo a los exportadores. La disyuntiva aquí es que si el Banco Central interviene el efecto será un aumento en el precio del dólar, lo que a su vez elevaría el precio en Chile de las importaciones, entre ellas, adivine: el precio del petróleo, generando otra presión inflacionaria. Por tanto, creo que el Banco Central si es coherente con su objetivo de controlar la inflación, no debería intervenir el precio del dólar.

¿Entonces qué puede ocurrir? Si el Banco Central no interviene, el Estado debería generar apoyos específicos a sectores exportadores. Pues si no sucede aquello, el precio del dólar inclusive podría romper la barrera de los 450 pesos, ¿440?, sí, puede ser. Este valor sería muy bajo para muchas empresas exportadoras, afectando entre otras variables al empleo. Por tanto, este año lo veo muy complejo para el sector exportador, quienes deberán buscar seguros, asociar sus costos al precio de la divisa (pues con ingresos en dólares a bajo precio y costos en escenario de IPC elevado el futuro se ve más que preocupante), y por cierto, tomar las precauciones que permitan disminuir los efectos de un doloroso lumbago a causa del estrés que les producirá, no contar con el respaldo económico y ergonómico suficiente del Banco Central.

jueves, 3 de marzo de 2011

El lumbago del exportador

Todos me han dicho que ya me puse viejo, y quizás tengan razón: primer día de trabajo y me viene un lumbago doloroso. Según el médico que me atendió, existen muchas causas, entre ellas, una mala postura, un movimiento esforzado, un deficiente estado físico, algo de sobrepeso, estrés. Mi lumbago, a mi juicio, se debió al efecto sinérgico de todas ellas, en especial de la última.
¿Cómo no voy a tener estrés si al regresar de las vacaciones me entero de los pésimos resultados de la Bolsa local? Por cierto, ¿se ha fijado cuánto cayó el valor de la acción de Vapores debido principalmente al aumento en el precio del petróleo? Por su salud no lo menciono. El tema aquí es que la Bolsa sufre una corrección debido a muchos factores (AFP, toma de ganancias, excesivo aumento en su valor 2010, precio del petróleo, etc.). Por lo mismo se podría deducir que se vislumbran positivas oportunidades para comprar acciones – y aliviar mi espalda - pero como siempre hay un “pero”, éste será el escenario de inflación que tendremos en 2011 (debido a muchas razones, entre ellas nuevamente el alza en el precio del petróleo debido a la crisis política en Libia, efectos climáticos severos en Australia y Rusia que elevan el precio internacional de los alimentos, y otros factores externos). El Banco Central debería subir la Tasa de Política Monetaria, en palabras simples, la tasa de interés para así disminuir el consumo y controlar la inflación.

¿Y qué sucedería con el precio del dólar? Ciertamente a la baja (debido al elevado precio del cobre, al ingreso de capitales extranjeros debido al alza en la Tasa de Política Monetaria, etc.) y el Banco Central con muchas ganas de intervenir comprando dólares para subir su precio y generar un respaldo a los exportadores. La disyuntiva aquí es que si el Banco Central interviene el efecto será un aumento en el precio del dólar, lo que a su vez elevaría el precio en Chile de las importaciones, entre ellas, adivine: el precio del petróleo, generando otra presión inflacionaria. Por tanto, creo que el Banco Central si es coherente con su objetivo de controlar la inflación, no debería intervenir el precio del dólar.

¿Entonces qué puede ocurrir? Si el Banco Central no interviene, el Estado debería generar apoyos específicos a sectores exportadores. Pues si no sucede aquello, el precio del dólar inclusive podría romper la barrera de los 450 pesos, ¿440?, sí, puede ser. Este valor sería muy bajo para muchas empresas exportadoras, afectando entre otras variables al empleo. Por tanto, este año lo veo muy complejo para el sector exportador, quienes deberán buscar seguros, asociar sus costos al precio de la divisa (pues con ingresos en dólares a bajo precio y costos en escenario de IPC elevado el futuro se ve más que preocupante), y por cierto, tomar las precauciones que permitan disminuir los efectos de un doloroso lumbago a causa del estrés que les producirá, no contar con el respaldo económico y ergonómico suficiente del Banco Central.