martes, 18 de noviembre de 2008

Efecto Péndulo

No cabe duda de los altos niveles de globalización que muestra la economía y las finanzas internacionales, así como también la condición de “abierta” de nuestra economía nacional.

En 2007 se explicaba la elevada inflación nacional por razones externas, por ejemplo debido al elevado precio de las materias primas y en especial del petróleo. Se espera ahora que la baja en el precio de estos productos a nivel internacional haga que la inflación descienda bruscamente para 2009. No es de extrañar que de casi un 10% anual, la inflación baje a un 5,5% e incluso algo menos para diciembre de 2009. Este efecto implicará algunos meses con IPC negativo, pero en ningún caso la temible deflación.

Por otra parte, tenemos la Tasa de Política Monetaria, que ha sido utilizada por el Banco Central para controlar la inflación. Esta tasa de interés ha subido paulatinamente durante los últimos trimestres con el objeto de disminuir el consumo, y así generar excesos de oferta. Hoy, frente a un escenario inflacionario mucho menor, el Banco Central ha optado por mantener la tasa de interés, y lo más probable es que se reduzca en unos 3 ó 4 puntos durante los próximos 12 meses.

Esta tasa de interés fomentará el alicaído crecimiento económico que se espera para 2009, por lo que sus efectos se deberían vislumbrar ya durante el cuarto trimestre del próximo año, para de esta forma mejorar el crecimiento en 2010.

Mientras, los efectos de la crisis económica llegarán a sectores industriales cuyas ventas se producen en mercados cuyas economías decrezcan en 2009: Estados Unidos, Europa. Habrá pérdidas de empleo en sectores vinculados con la exportación y, nuestra pesadilla de siempre, la incapacidad de la economía de generar más puestos de trabajo, ambos efectos se traducirán en un mayor desempleo en 2009, sobre todo en los jóvenes.

Un sector que ya se está viendo afectado es el de la construcción. Más de 50.000 viviendas hay en Chile hoy sin vender, lo que detiene la generación de nuevos proyectos. La venta de estas viviendas está afectada por la elevada tasa de interés, lo que producirá una disminución en el precio de los inmuebles a fin de compensar el elevado precio de los créditos. Esta baja en el precio de las viviendas debería notarse durante el segundo trimestre de 2009, con una notoria recuperación para principios de 2010, debido a la baja en la tasa de interés proyectada para el segundo semestre de 2009.

Por tanto, 2009 será un año donde el péndulo se va hacia el otro extremo. La disminución en la inflación permitirá la reducción de la Tasa de Política Monetaria, y ésta el impulso de la economía, que es de esperar sea más regulada a fin de evitar que el péndulo se traslade nuevamente hacia la actual situación. Por lo mismo, se espera que la economía mejore ya durante nuestro bicentenario, con la recuperación de los sectores económicos, los mercados bursátiles, los fondos mutuos de renta variable y los fondos de pensiones.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Marketing y Darwin

En pocos meses más, se conmemorarán los 200 años del natalicio del biólogo británico Charles Darwin, quien con sólo 22 años se embarcó en el HMS Beagle, navegando por las costas de muchas latitudes, incluidas las chilenas. Su estadía por nuestras tierras en 1835 se narran en su libro “Viaje de un naturalista alrededor del mundo”.

De retorno en su país natal, Darwin leyó el Ensayo de Malthus, donde se afirma que la población humana crece de manera geométrica mientras que la producción de alimentos lo hace aritméticamente, de lo cual se deducía una escasez alimentaria mundial. A partir de este Ensayo, Darwin analizó las diversas poblaciones de flora y fauna que observó en su mundial viaje. Dedujo que de todos los individuos que nacen al interior de una población, sólo algunos sobreviven y se reproducen, lo que denominó como “selección natural”, explicación que servía para identificar la razón por la cual algunas especies simplemente se extinguen, en la medida que sean incapaces de adaptarse sin “descendencia con modificación”, hoy conocido simplemente como Evolución. Por tanto, la especie humana tenía su origen en los primates y no en la narración del Génesis Bíblico.

Tan revolucionaria fue su Teoría “El Origen de las Especies” que sólo la publicó 20 años después quizás por temor o por una debida cautela científica. Igualmente fue polémica, mas si faltaban las pruebas fósiles de rigor que demostrasen la transición entre el simio y el hombre, restos denominados como “el eslabón perdido”. Jamás se encontraron, ya que la ciencia determinó que ambas especies habían evolucionado de un mismo espécimen ancestral.

Su Teoría no sólo nos permite concluir que el individuo más fuerte sobrevive, sino además que la competencia es permanente, y de ella se deriva un potencial cambio evolutivo. Darwin señaló que los seres vivos evolucionamos a través de mutaciones, acontecimientos aleatorios que se producen en nuestros genes, y que se transfieren a lo largo de sucesivas generaciones. De esta forma, si la mutación es positiva permite a la especie adaptarse al medio de mejor forma, permitiendo nuevamente transmitir dicho mapa genético a las generaciones siguientes. Así entonces las especies evolucionan. Las que no logran mutar de esta forma, no evolucionan, no se adaptan y desaparecen.

Estos mismos conceptos los podemos trasladar y aplicar al mundo de los negocios. Si las empresas y sus productos no se adaptan a los cambios, por ejemplo en los gustos y preferencias, simplemente desaparecen.

En tal sentido, la investigación, el desarrollo y la innovación permiten a la empresa lograr el liderazgo frente a su competencia, o bien buscar la cooperación necesaria, para generar cambios en la oferta y/o demanda que permita dar continuidad a la empresa y a su industria.

Sin lugar a dudas, la Teoría de Darwin es aplicable a las ciencias sociales, y “El Origen de las Especies” un excelente libro de Marketing a releer en el bicentenario del natalicio de su autor.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Cocktail

Uno de los aspectos que más caracteriza a diciembre, es la gran cantidad de actividades sociales de cierre o de clausura que todas las organizaciones realizan: actos navideños en los jardines infantiles, ceremonias de graduación en colegios y universidades, almuerzos o fiestas, paseos de fin de año a Olmué o Zapallar, y una infinidad de otras actividades que tienen por objetivo cerrar una etapa asociada a nuestro calendario gregoriano.

En el mundo de los negocios y de la empresa, generalmente se realizan cocktails para cerrar los diferentes asuntos en los cuales se laboró durante estos doce meses. Por lo mismo, los cocktails poseen la cualidad de permitir establecer o fortalecer vínculos sociales en un ambiente más distendido, y además observar el comportamiento de los asistentes.

A diferencia de lo que ocurre en otras grandes ciudades del mundo, e incluso de Santiago, los cocktails en nuestra zona corresponden a las mismas empresas banqueteras de siempre. De hecho basta con observar la primera bandeja de canapés para saber cuál fue la contratada.

Una vez comenzado el evento, rigurosamente con veinte minutos de atraso, todos los participantes forman diferentes grupos. Ahí se encuentran los invitados, los “paracaídas” (aquéllos que no fueron invitados) y los “convidados de piedra” (apodo inspirado en la obra de Tirso de Molina que reciben los participantes que el anfitrión, a su disgusto, tuvo la obligación de invitar y que pasan desapercibidos). Cuando habla el orador principal, suena el pito del micrófono y la mayoría lo oye sin escuchar, mientras otros aprovechan de beber el primer sorbo del evento, y por supuesto, suena algún celular con melodía indecorosa. Vienen los aplausos y el cocktail oficialmente se inicia.

Aquéllos más cercanos físicamente a las invitados principales tienden a reírse menos que los que escogieron una posición más marginal dentro del recinto. Llama profundamente la atención el apetito voraz de muchos de sus participantes. Si bien, en el ya inexistente programa de televisión “Almorzando en el Trece” los comensales se caracterizaban por no ingerir alimentos, en los cocktails todos se abalanzan sobre el garzón. De hecho, he apreciado variadas tácticas a fin de optar a un mayor consumo de canapés y masitas, como por ejemplo, el situarse con su grupo de contertulios cerca de la salida de los garzones a fin de maximizar la ingesta en la ruta crítica de la logística de distribución, o bien abrir el grupo formando una “C” y dejar casi atrapado al garzón y a su bandeja. Otros, menos educados, entregan una propina al garzón a fin de ser más favorecidos en el reparto alimenticio. Los más ingeniosos le informan al garzón, que trata de mantener la vista en el horizonte, que uno de los presente posee algún puesto importante, con tal de aprovecharse de la gentileza y de la ignorancia del repartidor. Por último, algunos le hacen preguntas al garzón sobre el clima, los arreglos florales o de cómo fue armada la carpa que los cobija, a objeto de retenerlo mientras sacan masitas calientes, generalmente frías, de la bandeja que ya no brilla.

Como muchos invitados son asiduos permanentes de este tipo de actividades sociales, incluso ya se saben, no sólo el nombre del garzón, sino el del fotógrafo que los retratará, sin copa en mano, en las páginas sociales de algún matutino o revista.

El ingenio de los participantes se pone a prueba cuando, además de sacar un canapé, deben sostener la servilleta, el pisco sour y el cigarrillo, procedimiento aún más complejo cuando lo servido es una brocheta.

Cuando el barullo generalizado molesta la conversación del grupo, significa que el cocktail está en su momento peack, anunciando el retiro de los invitados de agenda más estrecha y la permanencia de los eternos ociosos que retrasan a los que deben desarmar la carpa. Ya se retira el que siempre se mancha la corbata y la infaltable rubia de vestido rojo.

Una vez finalizado todo, queda la sensación de no haber conversado nada en profundidad, pero el gran regocijo de haber participado de un ritual propio de nuestra cultura, que sirve para compartir durante una hora con aquéllos que simplemente conoces, pero en una faceta diferente a la que la cotidianidad obliga. Por lo mismo, se aplaude este tipo de iniciativas, sobre todo cuando el ingenio y la innovación son capaces de resaltar a la institución anfitriona, quedando ese evento creativo en el registro de los participantes, no sólo como una actividad social, sino como una verdadera estrategia de relaciones públicas. La innovación hará resaltar a la marca y generará un ambiente propicio para la empresa.

Identidad Regional

La Universidad de Viña del Mar se adjudicó el estudio “Ser Región: Identidad para el Desarrollo” que fue convocado por el Gobierno Regional y la Subsecretaría de Desarrollo Regional. El estudio se propone identificar los rasgos y atributos que caracterizan la identidad regional, a fin de incorporarla en una perspectiva de desarrollo endógeno y de competitividad territorial. Por lo mismo, se aplaude unánimemente el interés de las autoridades en este tema.

En tal sentido, la identidad personal se construye no sólo sobre la base de lo que cada uno es, sino también sobre lo que uno es en relación a cómo son los demás, y a cómo éstos nos perciben. Por tanto, esta identidad personal, que evoluciona, considera también la realidad del otro. Por lo mismo, cada uno es, en función de lo que los otros son.

Simultáneamente, un grupo posee su propia identidad, marcada por los sellos individuales, con mayor o menor ponderación según las características más comunes y los valores más compartidos entre los individuos. De esta forma, se concluye, que el proceso identitario es absolutamente sistémico: acontece con sinergia y recursividad.

Lo mismo sucede con la Identidad Regional. Si bien la Región nace de una división administrativa, y no de hechos históricos, causas religiosas, acciones bélicas u otras razones propias de otras latitudes, sí posee una Identidad, sinérgica a la de sus provincias, e incluso comunas que también tienen la suya, y recursiva al enfocarla desde una perspectiva nacional e incluso continental.

Los habitantes de cada una de nuestras comunas pueden poseer identidades peculiares, con características comunes al interior de sus provincias y entre éstas al interior de la Región. A su vez, la Identidad Regional es parte de lo que somos como país, la que ayuda a conformar la Identidad Latinoamericana, que a ojos de un ajeno puede ser extrapolada a todos los que habitamos el mismo continente. Lo mismo nos sucede cuando nos referimos a África y a sus diversas naciones, e incluso cuando nos referimos al sudeste asiático. Por lo mismo, es fundamental generar un proceso diferenciador, donde la Identidad es clave. Sucede en las personas, en las empresas y también en los territorios.

Poseer una Identidad Regional no sólo tiene implicancias en nuestro desarrollo como comunidad de habitantes, sino también en la planificación y coordinación de acciones que potencien a nuestra Región en lo económico. La actividad exportadora y su denominación de origen, o el sector turismo, son industrias que deben aprovechar la Identidad para la construcción de símbolos que permitan maximizar su actividad.

Conocer cuál es nuestra propia Identidad Regional permitiría saber cómo nos ven y cómo aportamos a la Identidad de país, ya que lamentablemente nos sentimos parte de una comuna, parte de un país e incluso parte de un continente, pero no sentimos que somos parte de una Región, como sucede por ejemplo, con los habitantes de la Región de Magallanes.